IV.I

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Escuchar a Mingyu rapear era impresionante, su ritmo era exacto, nunca con mucha más rapidez o demasiado lento, repartiendo las palabras siempre en el momento indicado. Tenía un poco de envidia, la suficiente como para quedarse horas en silencio escuchándolo, lo suficiente como para recordar sus horarios de práctica y saber que todas las mañanas tenía aquella aula vacía para él solo. No es que la gente no quisiera unirse al club de canto que estaba dividido en vocal y rap, Hoshi, Vernon y Seungcheol eran compañeros de Mingyu y ellos insistían  que al siguiente año tendrían más alumnos interesados, ¿A quién no le gustaba cantar?.

Soonyoung pasaba horas cantando junto a Mingyu, sin embargo sus clases de regulación (porque era pésimo en clases) le absorbían el tiempo de la mañana. Seungcheol era casi lo mismo, solo que únicamente tenía tiempo entre clases, y Vernon... Vernon era un caos en los horarios, a veces estaba, a veces no, a veces tenía clases, a veces no, era una suerte verlo porque nunca estaba donde debería.

"Únete al club de canto"
Le dijo Mingyu cuando aún no eran pareja, y WonWoo se negó porque no quería que un club interfiriera con sus clases, no era necesario unirse a uno.

"¡Únete al club de canto, aprenderás mucho!" Le dijo Soonyoung la primera vez que lo vio ahí.

"¿Por qué no te unes?"
Preguntó Seungcheol llevándole el formulario para entrar. En ese tiempo ya le gustaba casi todo de Mingyu y por su cabeza pasaba la loca idea de estar todo el tiempo posible a su lado, pero se negó.

"¡Por favor!" El último que le propuso entrar fue Vernon, y le rogó durante toda la clase que estuvo presente.

Todas las veces dijo que no, pero seguís yendo cada que podía solo para escucharlos cantar... Solo para escuchar los raps de Mingyu. Y aunque ahora podía admitirlo directamente con él no mencionaba ni una sola palabra sobre el tema.

Ese día en especial Mingyu practicaba un nuevo rap que él mismo había escrito, la terminaba y la repetía constantemente, hacía muecas al espejo, lloriqueaba, hacía berrinche, se iba y se sentaba en una esquina para escribir de nuevo un par de cosas en su libreta y después regresaba, daba vueltas en su lugar, se lanzaba a las piernas de WonWoo, hacía berrinche ahí, le lloraba preguntándole porque era tan malo en eso y después se animaba así mismo por minutos para después repetir todo el proceso. Y WonWoo amaba verlo así, tan dedicado y puesto en su objetivo.

—¡Esta vez lo haré mejor! —Mingyu se gritó así mismo. WonWoo sonrió. Mingyu pareció desbaratarse de un segundo a otro para después emitir un montón de sonidos emocionados, señaló el espejo frente a él. No había nada ahí, solo el reflejo de WonWoo. ¿Había sido por eso?

—¿Qué tienes? — Preguntó con la voz apagada.

—¡Eres tan lindo!

—Solo cállate y empieza a cantar. —Se quejó sintiendo el rostro hervir.

Mingyu no tuvo tiempo de responder, desde el pasillo se escuchaba claramente a una persona acercarse, lo cual era  extraño porque era demasiado temprano como para que alumnos llegasen. Ambos miraron a la puerta, justo donde estaban las ventanas que daban al interior del pasillo.

Suyen apareció ahí, caminando como cualquier otro día. Se detuvo en la puerta y le sonrió a Mingyu. 

—Suyen ¿necesitas ayuda en algo? — Preguntó Mingyu sonando amable.

Suyen negó.

—Solo quería ver.

Oh, WonWoo estaba siendo casi invisible para ella.

—¡Llegue, llegue, llegue! —gritó Vernon apareciendo de la nada, esquivando a Suyen para entrar. —¡Solo tengo quince minutos antes de mis siguientes clases!

Suyen tan solo sonrió y ella solo se fué.

PARÁSITO -Meanie-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora