V.III

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Cuando llegó a su habitación ese mismo día sus cosas estaban sobre la cama. No todas sus cosas, solo las luces neon que tenía colgada antes, y las cortinas estaban abiertas de par a par, su teclado, aunque seguía en el mismo lugar tenía cables encima y Won y Kkuma estaban sobre su silla, tirados como si no fueran nada. ¿Qué le había pasado a su habitación? Incluso movieron la cama para que esta no estuviera más bajo la ventana.

Lanzó su mochila y comenzó a examinar las luces, las habían arrancado de la pared sin cuidado alguna, pero por suerte aún servían. Tomó a Won y a Kkuma acomodandolos sobre la cama, después les buscaría un mejor lugar, por ahora debía pensar en como demonios iba a arreglar su habitación de nuevo y en quien había movido cada cosa de su lugar.

Las luces se encendieron de golpe y él giró hacía la puerta.

—¿Por qué siempre tienes las luces apagadas? Te hacen mal. —Dijo su madre mientras entraba a la pequeña habitación.

—¿Moviste mis cosas? —Le preguntó sin siquiera cuestionarse que hacía ella ahí.

—Si. Llegué temprano del trabajo así que decidí cambiar tu habitación. —Respondió sin vergüenza alguna. —Este lugar parecía un... Un prostíbulo, era demasiado indecente. Aún no terminó, te esperaba para que me ayudarás a reacomodar los muebles.

—No tenías que tocar mis cosas. —Dijo con molestia mientras extendía las luces neones ¿Cómo las volvería a poner? Necesitaba una silla. —Me gusta mi cuarto como está.

—Ya no eres un niño, necesitas una habitación decente. Más adulta.

WonWoo decidió ignorarla, se subió a la silla apartando a Won y a Kkuma y comenzó a colocar las de vuelta, también tendría que colocar la cortina y quizás si movería el teclado. Won y Kkuma necesitaban un lugar, su cama no era demasiado grande. Su madre lo observó sin decir nada, ella estaba realmente tranquila aunque no se veía feliz, se mantenía con los brazos cruzados mientras que WonWoo se estiraba un poco más para colocar las luces en el techo, WonWoo era alto, y estaba sobre una silla así que no le fue tan difícil colocar las luces de vuelta.

Su celular sonó pero no tuvo tiempo de responder, en cambio su madre lo hizo.

—¿Hola? —Preguntó ella mientras que WonWoo saltaba de la silla. —¿Quién habla?

"Vernon... ¿Es el celular de WonWoo? Suelo equivocarme mucho pero está vez me asegure de marcar bien ¡Tengo cinco números diferentes agregados como WonWoo! Si eres el de las pizzas no hay problema, solo ordenaré una, pero si eres la señora cruel solo cuelga..." 

—Es un amigo. —Concluyó WonWoo extendiendo la mano hacia su madre, esperando de vuelta el celular. Ella se lo regresó con una mirada desconfiada. —¿Qué sucede, Vernon?

"¡WonWoo! gritó Vernon. "Oye, tu voz sonaba muy afeminada, deberías hacer doblaje."  WonWoo casi golpeó su rostro mientras su madre se quedaba ahí, mirándolo. "¡Ven a la escuela ahora, Soonyoung acaba de llegar al club de canto y escupió algo rarísimo!"

Miró a su madre por algunos segundos para después tomar sus cosas y  salir corriendo de su habitación. Colgó en ese momento.

—¿A dónde vas? —Preguntó su madre.

—De regreso a la escuela.

—No te dí permiso para salir.

—Soy un adulto ¿No? Puedo hacer cosas de adultos.

Después azotó la puerta.

PARÁSITO -Meanie-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora