❁Mon prinz.

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Giró sobre su costado, apoyando la cabeza en el suelo, miró a Luke, quien tenía los ojos cerrados, sus pestañas revoloteando sobre sus mejillas y los últimos rayos del sol iluminaban su rostro. Quizás el suspiro que abandonó sus labios fui demasiado fuerte, porque pronto sus ojos claros estaban puestos en él, se había acomodado en la misma posición, ambos se miraban de lado.

Luego de que sus heridas fueron curadas, el llanto de Luke se apagó y sus corazones volvieron a latir con normalidad, fueron a preparar el somnífero, Michael no fue de mucha ayuda pero pudo preparar la merienda con lo que habían llevado del castillo, se habían sentado a comerla en silencio a la orilla del lago. Habían hablado mucho, pero no de lo que acababa de pasar.

—Ahora si puedes preguntar —le dijo el príncipe como si leyera sus pensamientos. Aquello ni siquiera lo asustó.

—Me dijiste que era una sirena.

—Lo es. Su cueva está muy lejos de aquí, pero le gusta venir a esa roca por alguna razón. Por eso te dije que no tenías que acercarte.

—Lo sé, lo siento. ¿Hay más?

Luke asintió pestañeando lentamente.

—Tienen su escondite en un acantilado, son buenas, no como la que acabas de ver —susurró frunciendo el ceño—, ella es de otra especie. Ni siquiera debería estar en estas aguas.

—¿Y dónde debería estar?

—Kristain significa cristalino, nuestras aguas son tan claras como lo es el cristal, en todas nuestras costas puedes ver la arena, las rocas y la vida acuática. Ella es de aguas profundas, oscuras y violentas —explicó tranquilamente—. Como tu isla.

Michael abrió los ojos de sobremanera, ganándose una risa divertida de parte de Luke.

—¿Me estás diciendo que esas cosas andan en mi isla?

El rubio asintió.

—Las sirenas y tritones son los guardianes del mar, toda isla los tiene. No se dejan ver a los seres humanos porque rechazan la magia.

—¿Y por qué me quería ahogar? Yo no rechazo la magia.

—No lo sé, jamás habla, solo grita. Ha estado aquí siempre, las sirenas de Kristain han hecho de todo para alejarla, pero es muy fuerte.

—Pero ella se veía como- —se interrumpió, avergonzado de admitir la forma que tomó la sirena.

—¿Qué forma tenía? Yo la vi con su aspecto natural, si se transformó para ti lo hizo en alguien a quien quieres —le explicó levantándose, se sentó y abrazó sus piernas.

Michael miró su espalda desnuda, se veían pequeñas manchas cafés en su piel, como heridas mal cicatrizadas, lo podía notar porque su piel era muy clara y el sol las resaltaba. Frunció el ceño, de pronto la forma de la sirena dejó de importarle.

—¿Michael?

Luke se volteó para mirarlo, ladeó la cabeza.

—Tenía la forma de mamá —mintió. El rubio asintió, no muy convencido, pero pareció dejarlo satisfecho con la respuesta— Es que la extraño.

—Entiendo. Está bien.

—¿Qué te pasó?

Su mirada estaba sobre su hombro, en una cicatriz que le llegaba hasta el interior del codo, recorría toda esa extensión de su brazo hasta el inicio del cuello.

—Me atacaron una vez —se sentó frente a él, a Luke pareció no importarle la mirada de Michael en su cuello—, cuando fui a pescar con Ashton, me brillaron los ojos y asusté a alguien, me enganchó la punta del anzuelo aquí —señaló el cuello, donde iniciaba la cicatriz— y cuando intenté alejarme, la cuerda logró arrastrarlo hasta aquí.

magic and green eyes ❁ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora