❁Lágrimas, lluvia y mar.

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Luke lo sintió cuando recorrió su jardín por última vez aquella mañana, debía despedirse de sus Feerys y pedirles que se mantuvieran fuertes mientras él estaba enfrentándose a quien sabe qué. Si ellas estaban fuertes, él estaría fuerte.

—Así que este es tu jardín.

La lluvia había parado hace poco, dejando colores fuertes en las plantas. Calum se movía muy cerca de él, se había disculpado si no hablaba mucho aquel día pero eso lo distraía de sus deberes. Luke le dijo que no había problema.

—¿Cómo entraste? —le preguntó a Sahira, quien se encontraba de pie a unos metros de él, llevaba una gruesa capa, sus ojos estaban rojos—. ¿Sahira, cómo entraste?

Repitió la pregunta, las protecciones en la entrada no la habrían dejado pasar, su magia rechaza la presencia de extraños. Algo vulneró sus protecciones. Y lo sintió cuando conectó con si magia, sus Feerys se alteraron al sentir la magia oscura recorrer su jardín, opacando los colores brillantes. Pero no venía de ella.

—Deja todo esto, Luke. Debes pedir mi mano, no iremos a Insoun si eso te preocupa, pero termina con lo que estás haciendo para que nuestras islas estén bien.

—Yo no estoy haciendo nada.

—Pude traducir tu diario, no sigas fingiendo.

—No voy a dejar todo para irme contigo —dijo finalmente, no tenía sentido seguir fingiendo—. Y voy a proteger mi magia cueste lo que cueste.

—Tu magia —respondió ella con rabia—, está haciéndole daño a mi isla, a tu isla y a las demás. Necesitas parar.

—No soy yo. No es la magia, son las consecuencias de la guerra hace años. No es mi culpa ni tuya, pero la sangre mágica derramada en esos años fue injusta. La magia solo está reclamando lo que le pertenece y tiene derecho a vengarse —explicó retrocediendo lentamente cuando ella comenzó a acercarse—. Y la ayudaré si es necesario.

—Te vas a casar conmigo —Sahira le lanzó una caja pequeña, tenía la inicial de su apellido en oro, cayó al césped y Luke no se atrevió a tomarla—. Por las buenas o por las malas. Elige.

Luke se volteó para mirar a Calum, quien tenía su espada agarrada con fuerzas.

—Vámonos.

Sahira se lanzó hacia él, abrazándose a sus pierdas, dejándolo inmóvil (no por la fuerza). No sabía lo que tenía que hacer. Ella lloraba apretando su rostro contra su estómago, suplicando que tome su mano, que está dispuesta a dejar todo si él lo deja todo también.

—Puedo dejar todo —le dijo, ella detuvo sus gritos pero no lo soltó—. Pero no por ti. No hagas esto más difícil, sabes que jamás quise casarme contigo.

—¡Dime lo que quieres y lo haré! ¿Quieres ser rey? Puedo hacer que eso pase, podemos hacer que pase.

Calum la tomó por los brazos, quitandola con cuidado, pero ella cayó al suelo de espaldas por causa de su propia fuerza cuando comenzó a resistirse, Luke aprovechó de ponerse detrás del guardia.

—Sahira, nunca pensé en casarme contigo. Mi magia es lo más importante y no dejaría que nadie se interponga.

Una oleada de poder oscuro lo golpeó haciéndolo temblar, sus piernas casi cedieron pero Calum lo atrapó antes. Una figura oscura apareció entre los árboles, su rostro tomó forma conforme se acercaba. Sahira se había hecho un ovillo en el suelo. Luke la miró curioso recordando que sus ojos estaban rojos pero no estaba llorando cuando llegó.

—Nathaniel —susurró cuando lo vio cerca. Él le sonrió.

—Fuente de poder —respondió.

magic and green eyes ❁ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora