❁Fiesta aburrida, habitaciones interesantes.

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Música, comida, conversaciones aburridas. Cuatros palabras para definir la primera fiesta a la que era invitado en su propio castillo, tenía que estar ahí cuando era la fiesta de bienvenida de su futura esposa. Era un poco aburrido ser el centro de atención de la muchacha pelirroja, quien no paraba de halagar el castillo y a los reyes.

Estaba aburrido, viendo como todos parecían divertirse, los bailes, las risas, no estaba seguro de que ese fuera su lugar. O al menos no de esa forma. Sus ojos buscaban al príncipe de ojos verdes, a quien no había visto desde la cena y lo que había pasado en el baño se repetía una y otra vez, deseaba que lo tocara así nuevamente, pero a la vez estaba comenzando a asustarse, ¿por qué estaba sintiendo todo eso con él? Ni siquiera podía mirar a Sahira, quien poseía unos hermoso ojos verdes pero no tan hermosos como los de Michael, los cuales, para él, eran únicos en belleza. Una belleza inigualable.

—¿Podría hacerte compañía en la biblioteca? Me gusta mucho leer.

—Suelo ser muy silencioso cuando estoy ahí, no creo que sea la mejor compañía.

—Celine puede ir conmigo, dijo que le gusta mucho leer pero no puede porque siempre estás ocupado allí —habló alegrandose un poco—. Podríamos hacerte compañía.

—Pueden ir si quieren, buscaré otro espacio para que puedan leer.

—Pero mi idea es pasar tiempo juntos.

Se sintió culpable al notar la tristeza en su voz, pero su espacio estaba siendo invadido y se sentía amenazado. En cualquier momento lo pondrían en un barco sin retorno a Insoun.

—Sahira, aprecio mucho tener mi espacio. Pero puedo llevarte a dar un paseo por los jardines del castillo.

—Está bien. La reina me dijo que podrías llevarme al de ella.

Luke asintió, jamás entraba al jardín de la reina, así que escondió su confusión y desconfianza volteando para buscar a los ojos verdes que necesitaba ver.

Lo encontró saliendo del grupo que se encontraba en la pista de baile, malhumorado y con Celine siguiéndolo de cerca, sintió algo de lástima al verlo así, acorralado como él, sin haber encontrado a alguien y contraer matrimonios arreglados desde su nacimiento. Lo peor de todo es que no pudieron escoger a la persona con la que pasarán el resto de sus vidas.

—¿En qué piensas?

—En que necesito ir al baño. Espérame aquí.

Escapó de la gente, de las miradas extrañas de los invitados, de los llamados de su madre y del rastro culpabilidad que sintió al dejar a Sahira sola, pero todo era demasiado para un solo día, sentía el pecho apretado al pensar en su futuro, con ella no sentía absolutamente nada, ¿cómo iba a casarse? Pasaría el resto de su vida tratando de sentir algo por alguien pero solo se estaría lastimando, también le haría daño a ella al ver como su esposo la rechaza y no tiene interés, ¿en qué lo habían comprometido sus padres? No tenía opción, si no aceptaba el matrimonio debía irse del castillo, si lo aceptaba lo llevarían lejos de su amada isla. No había beneficios para él, solo una vida miserable.

Corrió por los pasillos del castillo, desorientado a veces por las antorchas que se estaban apagando debido a la fuerte ventisca. Su magia se estaba descontrolado nuevamente y necesitaba esconderse. Así que corrió, evitando a los guardias, la culpa y tratando de concentrase en otra cosa, no en la angustia que sentía.

—¡Luke!

Se detuvo, cayendo al suelo de rodillas, jadeando por la falta de aire. De inmediato sintió como unas manos firmes se deslizaban por su espalda, llegando a sus hombros.

magic and green eyes ❁ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora