❁Dos palabras.

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Cuando despertó todo seguía pareciendo un poco irreal, las sábanas enredaderas en su cuerpo se sentían extrañas, las enredaderas que lo acompañaban por todo el castillo ya no estaban, sentía a sus Feerys pero no podía ir a verlas cuando necesitaba un momento de conexión con su magia, su gran ventanal con el sol iluminando la habitación entera fue reemplazado por... nada, solo estaba la puerta que lo único bueno que tenía en frente era la habitación de Michael. Aunque se encontraba durmiendo en la misma cama que él.

Se removió entre los brazos que lo sostenían hasta quedar de frente con su rostro pacíficamente dormido, sus mejillas estaban rojas y sus labios ligeramente abiertos dejando escapar su respiración. Sonrió ante la imagen que tenía frente a él, las lámparas creaban sombras hermosas en sus facciones. Pasó su dedo indice por el contorno de su rostro, delineando su mandíbula, sus mejillas y sus pómulos, maravillado con la piel suave bajo su tacto. Poco a poco sus ojos comenzaron a revolotear dejando ver aquel verde oscurecido por las sombras de las lámparas.

—No quería despertarte.

—¿Seguro? —preguntó frunciendo el ceño con una sonrisa ladeada, atrapó la mano de Luke que había estado en su mejilla y besó la palma antes de dejarla ir.

—Si quería despertarte —admitió sintiendo sintiendo mejillas rojas—. Es que me siento extraño.

—¿Te sientes mal? Iremos con Amaranta o le diré a Meredith que-

Luke puso una mano nuevamente en su mejilla, se acercó para rosar sus narices y reír un poco.

—Extrañaré mi habitación en el castillo aunque a veces me encerraban ahí como castigo —admitió encogiéndose entre el enredo de sábanas a si alrededor—. Y mis enredaderas. Y mis Feerys.

—¿Qué pasará con tus Feerys?

—Si no vuelvo, mi magia en el castillo se desvanecerá y morirán. Nacerán nuevas en el lugar que esté, pero ellas fueron las primeras.

—Entiendo —Michael lo acercó a él, abrazándolo con fuerzas. Luke no tenía mucha en ese momento así que solo se dejó abrazar y dejó un beso en su hombro—. Lo siento por alejarte así de ellas.

—No te disculpes, no tienes razón para hacerlo.

—Pero yo-

—No.

Michael soltó un gruñido y mordió sin fuerzas la piel expuesta de su cuello. Luke rio ante las cosquillas. No había rastro de lágrimas junto a él.

Meredith tocó la puerta un poco más tarde, avisando que el desayuno sería entregado en la habitación de Amaranta, donde ella los estaba esperando. Luke quería seguir huyendo de ese momento, pero sabe que el tiempo está corriendo en contra, así que reuniendo las fuerzas necesarias para sobrevivir al día, se levantó siguiendo a Michael. De alguna forma, verlo hacía que el dolor fuese más soportable.

Lo besó antes de salir de la habitación y apagar las lámparas. Quería quedarse con él encerrado ahí donde nadie pudiese hacerles daño, pero debían enfrentarse al monstruo si querían seguir juntos.

Meredith los esperaba en la puerta, Calum también estaba ahí. Se veía cansado, Luke supuso que también pasó una mala noche.

—Calum, quédate en mi habitación —le dijo Michael cuando este comenzó a seguirlos por el pasillo.

—Sabes que no puedo hacer eso —respondió. En su voz no se notaba el cansancio, pero si en sus ojos y las ojeras que lo rodeaban.

—Te necesito como un amigo en este momento. No como mi guardia.

magic and green eyes ❁ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora