E N T R O P I A - EMILIACO

09

NOTA:
Para evitar algún tipo de incomodidad la descripción de la historia dice que tiene contenido +18

Joaquín:

—Lo que estamos viendo aquí es un rango de ochocientos a mil por ciento de aumento en las ventas de los productos que hemos actualizado en los últimos cinco años.

Me paré en una sala de juntas ante seis ejecutivos corporativos, dando una presentación sobre el éxito de las recientes campañas de mi compañía, tratando de convencerlos que elijan nuestra empresa en lugar
de un rival que había estado tratando de ganarlos hace algunas semanas.

Mi trabajo era convencerlos de mi competencia en marketing… y mi récord estelar en la actualización de empaques para mis clientes. Pero el paquete en el que estaba pensando en ese momento era el mío… porque
desde que Emilio había mencionado el ser pasivo, no podía dejar de imaginarnos en el acto conmigo dominando a Emilio y él amando cada segundo de ello.

El único problema era, cuanto más corrían esos
pensamientos por mi cerebro, más problemas tenía para ocultar lo que estaba pasando en mis pantalones.
Incliné mi cuerpo hacia un lado para que nadie se diera cuenta, pero podía ver por la manera en que la mirada de la CEO seguía desviándose hacia abajo, que ella estaba teniendo dificultades para concentrarse en los picos de mis gráficos cuando había otro pico en el
que podía centrarse.

Cuando la reunión terminó, conversé en privado con los ejecutivos antes de reunirme con Nikólas en un restaurante cercano para almorzar.

Mientras nos abrazábamos, Niko dijo:
—¡Santa mierda! —Se apartó bruscamente y miró la entrepierna de mis pantalones—. Espero que no estuvieras dando tu presentación con
una furiosa erección todo el tiempo.
—Si estoy siendo totalmente honesto, fue bastante malo.
—¿De qué diablos se trata?
—Uh…

Desde que Emilio y yo comenzamos a hacer… lo que sea que estuviéramos haciendo, no se lo había mencionado a Niko. Después de todo lo que había sucedido, no estaba seguro de qué demonios se suponía que debía decirle. Seguro como la mierda que no sabía que jodidos estábamos haciendo. Pero sabía que me había lanzado la bola más jodidamente grande cuando mencionó “jugar ahí atrás conmigo”.

No me imaginé que un tipo que actuara todo dominante y a cargo siquiera consideraría dejarme meter algo en su culo, pero al igual que tantas otras cosas que involucraban a Emilio Osorio, él estaba lleno de
sorpresas.

A pesar de ser todo tranquilo y agradable, había más de él… lo que me había contado sobre su familia, y también lo que había evitado contarme.

Cuando hablé con él sobre mis padres, no le pregunté acerca de los suyos por esa razón. Todavía tenía la guardia en alto y no quería que sintiera como si necesitara abrirse conmigo. No es que no quisiera que
lo hiciera. Joder, sentí que eso era todo lo que quería, pero no presioné.

—Deberíamos ir a algunos bares esta noche —sugirió Niko antes de darle un mordisco a su pollo Alfredo.

¡Joder, no! Iba a encontrarme con Emilio y potencialmente a obtener algo de ese caliente culo suyo. Quería satisfacer esa curiosidad acerca de su propia próstata, para demostrarle lo increíble que podría ser
tener a alguien que la toque. Ver sus ojos ponerse en blanco mientras tomaba ese placer y disfrutaba al máximo.

Y la idea de que me dejara jugar con su agujero me hizo gruñir.

—¿Qué mierda? —preguntó Niko—. ¿Dónde está tu cabeza, hombre?
—En ninguna parte. Estaba pensando que podría tener planes esta noche.
—¿Podrías tener planes? O lo haces o no lo haces.
—Está bien, tengo planes entonces.
—Oh, ¿es este chico nuevo que estás viendo?
—¿Qué? ¿Cómo sup..?
—Juego Palabras con Amigos con tu madre. Ella podría haber mencionado a alguien.
—Bastardo astuto. ¿Me pediste que nos viéramos para almorzar porque así te contaría sobre este chico?
—Tal vez —dijo mientras una sonrisa cínica surcaba su rostro.
—Mira, no es un gran asunto… —Pero tal vez un problema más grande de lo que quiero— …¿pero recuerdas al tipo de Wreckage? El que te estuviste comiendo con los ojos toda la noche y…
—¿El que me dijiste que era hetero?
—Sí. Ese.
—Oh, ¿me alejaste de él y luego fuiste tú mismo?
—Nikolás, no es así como sucedió.
—Relájate. Te estoy jodiendo, hombre. No soy tannnn sensible. ¿Entonces qué pasó? ¿Tuvieron sexo?
—No. Quiero decir, no esa noche, pero sí.
—¿Qué carajo? ¿Y no me escribiste esa mierda de inmediato? Con ese tienes derecho a presumir, en serio.