Contenido lleno de sentimiento y otras cosas
-
Emilio:
—Estás siendo miserable —me dijo Sadie mientras me miraba desde el otro lado de mi escritorio.
Mis ojos se encontraron con los suyos verdes.
—No estoy siendo miserable.
—Sí, lo estás.
—No, no lo estoy.
—Sí, lo estás —respondió ella.
—No estoy jugando este juego contigo —le dije mientras trataba de contener una sonrisa. Necesitaba eso, necesitaba que ella se burlara de mí. Me pasé las manos por el cabello, puse los codos sobre la mesa y gemí—. Estoy siendo miserable. ¿Qué demonios está mal conmigo? Soy un hombre adulto. No hay razón por la que debería estar haciendo pucheros porque mi novio está fuera del estado por una semana.Pero lo hacía. Siempre había sido bueno en no necesitar a nadie, en estar solo y ser fuerte. Mis padres habían muerto y mi abuela se encerraba en sí misma, así que aprendí lo mismo, al menos cuando importaba. Siempre había jugado bien el juego: citas, risas, follar, pero
no había sido real porque no quería dejar entrar a nadie. Joaquín había derribado mis paredes y superado mis defensas. Me había hecho vulnerable con su estúpido complejo de héroe y su risa. Su amor por su familia y su naturaleza competitiva. Su habilidad para mostrarme que tan mágica era en realidad mi próstata, y ahora estaba triste y miserable sin él.—¿Hola? Tierra a Emilio —dijo Sadie y me di cuenta que debía haber estado hablando y me había distraído.
—Lo odio —hice pucheros.
—Lo amas —respondió ella y casi me trago la lengua. Amor era una maldita palabra fuerte. En realidad solo había amado una vez, a mis padres, y los había perdido. No me había permitido que alguien más me importara tanto.
—¿Cómo lo sé? —le pregunté, odiando la vulnerabilidad en mi propia voz.
—Creo que ya sabes que lo haces —la voz de Owen sonó desde la puerta. Ni siquiera me había dado cuenta que había entrado.Gemí por segunda vez.
—Está bien, suficiente de esto. No estamos haciendo toda la cosa de psicoanalizar a Emilio.
—Oh, pero es muy divertido —dijo Owen—. Solías ser este súper intimidante hombre heterosexual que actuaba como si los sentimientos fueran asquerosos y ahora estás enamorado.
Sadie se rió. Hice una bola de papel y se la arrojé.
—Ambos saben que tengo la capacidad de despedirlos, ¿no?
—Pero no lo harás porque se lo contaríamos a tu novio, y él te haría ser amable con nosotros —agregó Owen.
Realmente los odiaba en este momento.
—¿Ya terminaron de hacer mi día incluso peor? —hice una pausa, pensé y luego hice otra pregunta que me hizo sentir extraño—. ¿Creen que él me ama?Ninguno de los dos se rió o hizo una broma. Sadie frunció el ceño. Owen parecía triste. Mi maldito corazón cayó a mis jodidos pies.
—Oh Dios mío. ¿No creen que me ame? —¿Qué demonios haría si Joaquín no fuera tan serio como yo? ¿Si me hubiera hecho amarlo y luego se alejaba?
—¿Qué? ¡No! —dijo Owen con voz de pánico—. Parece locamente enamorado de ti, Emilio. Creo que ambos estamos sorprendidos de escucharte preguntar cosas así, de escuchar que tu confianza flaquea.Me burlé.
—Mi confianza está bien, muchas gracias. Sé que soy un puto premio. —Y con esa nota, me puse de pie—. Váyanse a la mierda de aquí. Hora de irse a casa.
—¿Quieres pasar el rato esta noche? —preguntó Sadie, y tenía la sensación de que lo hizo por lástima, porque pensaba que estaría solo sin Joaquín. Tenía razón, pero estaba seguro que no quería que ella se sintiera
mal por mí.
—No, no lo hago. No estoy tan desesperado —le guiñé un ojo y ella sonrió.

ESTÁS LEYENDO
E N T R O P I A - EMILIACO
FanfictionNo estoy acostumbrado a que nadie tenga la ventaja sobre mí, y en una sola noche, Joaquín Bondoni me rescata dos veces. Por eso me intriga, por primera vez, quiero otro hombre. Contenido 🔞