Joaquín:
Cuando la abuela de Emilio caminó hacia nosotros, pude sentirlo pasar de estar totalmente a gusto conmigo a malditamente tenso. Con la mandíbula contraída y la mano hecha un puño apretado, me di cuenta que todavía estaba en el borde incluso después que ella
hubiera caminado hacia la calle. Aunque entendía porque. Después de todo ella no había sido exactamente la mejor protectora del mundo para él.—Ahí vas otra vez —dijo Emilio— con tu gran complejo de héroe.
—¿De qué estás hablando?
—Vamos. No puedes fingir que no hiciste de eso una gran cosa por mí. Sé que lo estabas haciendo. Es posible que solo hayamos sido novios durante un mes y medio, pero te conozco lo suficiente como para saberlo.
—Quería que ella supiera cuánto significas para mí. Sí, tal vez lo estaba dejando un poco en claro, pero no dije nada que no fuera cierto. No acariciaría tanto tu ego. —Me miró fijamente—. Bien, está bien. Solo acaricio tu ego cuando sé que conseguiré que acaricies algo por mí.Se rió y negó, pero podía decir por su sonrisa y la forma en que su mano se relajó, que había quebrado su inquietud.
Él tomó mi mano.
—Bueno, no me malinterpretes. Lo aprecio, pero puedo pelear mis propias batallas, Joaco. Y en este caso lo apreciaría porque es mi problema, no el tuyo.
—Tienes un novio ahora. Si ella es un problema para ti, entonces es un problema para mí.Por la forma en que la frente de Emilio se frunció y negó me di cuenta que no le gustó esa respuesta.
—Me refiero a una dulce manera de novios. No para tener nuestra gran primera pelea de novios. Me preocupo por ti, esa es la única razón por la que hice algo. Y solo digo, cuando nos miró a través de la ventana no se parecía a una mujer que tuviera resentimientos hacia ti después de tantos años. Parecía culpable. Tal vez se dio cuenta que debería haberlo
hecho mejor. Entiendo totalmente porque te sientes como lo haces con ella, pero si no tuviera corazón ni siquiera sé habría molestado en venir, ¿no?—¿Te importa si hablamos de otra cosa? —preguntó Emilio interrumpiendo la conversación.
Me agarró mi mano como si necesitara que lo escuchara en ese momento y no empujé. Ahora no era el momento para eso, pero lo que podía hacer era estar aquí para él. Estaba claro que todavía tenía mucha
amargura y enojo hacia su abuela, lo que tenía sentido porque ciertamente no parecía que tuviera un corazón compasivo cuando él estaba sufriendo, pero basado en nuestra breve interacción, sospeché que había algo más en la historia, algo qué tal vez Emilio no podría haber
visto cuando era niño.A pesar que era posible, no imaginé que fuera una coincidencia que Martha estuviera comiendo en un restaurante que sabía que frecuentaba Emilio.
—Está bien, Emilio. Ninja va a poner abajo sus nunchakus por esta noche.
—¿Ya no soy Hetero?... Pero igual no los guardes. Podrían ser divertidos para más tarde.Su expresión se había transformado de incomodidad a deseo, su hambre por mí.
—Pues... Hetero que digamos Hetero
—Hablaba del apodo jodido engreído—bufó Emilio.
—¿Debo comenzar a llamarte mi amor?
—A ver dilo quiero saber si me gusta.—levanto la ceja y solo podía pensar en que lo más probable es que nunca ha sido llamado de tal manera, y en que yo jamás la he dicho.
—Me estoy poniendo duro mí amor.Emilio soltó una carcajada pero sus ojos brillaron, aún no bajaba las barreras, pero claro que podría amarlo.
No perdimos mucho más tiempo en el almuerzo y apenas llegamos al auto antes que me atrapara con un brazo y me acercara a él, presionando su cuerpo contra el mío. Sus labios tomaron los míos, su lengua se deslizó sin esfuerzo entre ellos.

ESTÁS LEYENDO
E N T R O P I A - EMILIACO
FanfictionNo estoy acostumbrado a que nadie tenga la ventaja sobre mí, y en una sola noche, Joaquín Bondoni me rescata dos veces. Por eso me intriga, por primera vez, quiero otro hombre. Contenido 🔞