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Jimin sentía que podía explotar de tanta felicidad, y sobre todo por las cómodas atenciones de su esposo. 

Y es que sí.

Hace tres días Yoongi les había regañado por haber comprado tantas cosas, innecesarias según él. 

Como venganza ambos jóvenes le aplicaron la ley del hielo. Pero luego de hablar y de algunos cariñitos, Jimin terminó perdonando a su esposo al igual que Taehyung. 

Y así es como llegaron a ese momento.

El mayor estaba sobando los pies un poquito hinchados del castañito, mientras este comía tajadas de mango preparados previamente por Yoongi, que tuvo que recorrer todo Seúl para encontrar unos que estuvieran rojitos y jugosos.

Tan raro porque Jimin odiaba esa fruta, pero por culpa de su pequeño bebé ahora era lo mejor que podía existir.

—Me das miedo, amor.

Habló Yoongi cuando vio que Jimin disfrutaba con tanto gozo, incluso algunos restos de la fruta se habían adherido a sus mofletes y los pintaban de un leve anaranjado. 

—¡Ya Yoonie! —chilló—. Es culpa de la lenteja. 

El mayor lo miró dudoso. 

—De casualidad la lenteja podría hacer el favor de cambiarte el carácter.

Murmuró con voz baja. 

Fue tan solo un leve susurro para sí mismo que desgraciadamente llegó a oídos de Min Jimin. Se dio cuenta que volvió a embarrarla cuando el castañito empezó a llorar escandalosamente.

Sobra decir que en lo que restaba de día no recibió ningún besito, caricia, mirada o mimito por parte de su esposo.
























°.•*¨♡ Esposo Consentido ♡¨*•.° YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora