°.•*¨♡ Esposo Consentido ♡¨*•.° YoonMin

❥◦.• Extra 1

Inicio.

Cuando Jimin tenía dieciséis años le otorgó a Yoongi la oportunidad de conocerse, y enmendar el mal comportamiento que había tenido hacia su persona.

El pequeño disfrutó mucho su venganza, y cuando culminó tuvo muchas citas con Yoongi y se divirtió demasiado. Le gustaba tanto su hyung, pero no podían ser novios por un motivo que desde su punto de vista era absolutamente exagerado.

Jimin tenía dieciséis y Yoongi rondaba los veinticuatro. Al chiquillo no le importaba, pero precisamente eso era, un chiquillo consentido que estaba en plena adolescencia y no tenía claras sus ideas o lo que deseaba.

Yoongi tuvo que hacerle entender que serían novios cuando cumpliese la mayoría de edad, es decir dieciocho años.

Prometió esperarlo.

Jimin tenía miedo de que el mayor se cansase, eso le aterraba. Sin embargo, a pesar de todas las dudas que atormentaban su cabecita puso toda la confianza en él.

Y debe decir que fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Durante esos dos años no se alejaron, tenían muchas citas y besitos tiernos en las mejillas. Jimin no entendía por qué él no podía hacer cosas de grandes con su hyung, pues tenía amigos que le contaban sus experiencias.

Pero Yoongi había prometido a los padres de Jimin que respetaría a su hijo, y por ningún motivo quería decepcionar a sus futuros suegros, porque Yoongi sabía que ese pequeño era el amor de su vida.

Deseaba que Jimin vaya a fiestas, se divierta y si por algún motivo llegaba a gustar de algún chico él simplemente lo aceptaría.

Para su buena suerte, Jimin estaba perdidamente enamorado de él.

El día que Jimin cumplió dieciocho años, sus padres le organizaron una fiesta con todos sus amigos, se divirtieron, bailaron, comieron y tomaron muchas fotos juntos.

Antes de que el cumpleañero sople las velas, le pidió ir a un lugar más reservado, con emotivas palabras le expresó todo lo que significaba para él y cuanto lo amaba.

Jimin corrió a sus brazos y ese día compartieron su primer beso.

Fue mejor de lo que imaginaron.

—Como deseo de cumpleaños iba a pedir que seamos novios —dijo Jimin sin dejar de rodear a su bonito enamorado, es que estaba tan feliz, además había esperado mucho y lo único que quería era estar pegado a él las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

—Tenía que cumplir mi promesa — murmuró besando suavemente sus labios, por fin los había probado y ya era adicto a ellos—. Te amo, bizcochito.

—Te amo, muchito. —Correspondió—. Y me encanta ese apodo.

— Y a mí me encantas tú.

El resto de la noche no se despegaron uno del otro, bailaron y se besaron. Claro que Yoongi tuvo que soportar a su suegro en modo padre celoso y protector.

Pero todo lo valía si era por Kim Jimin.