Seis

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Capitulo seis

Varick

Corrupción

Desde el momento en el que una persona poderosa, pero con influencias en el bajo mundo, acabo con mi padre, mi vida cambio completamente.

Desde que tengo trece años tuve que ser el hombre de la casa y salir a ganar dinero para llevar a mi hogar el pan de cada día. Estudiaba hasta que mis neuronas no daban más, dormía solamente cuatro horas y luego iba a trabajar.

Quería darle a mi madre la vida de reina que se merecía, pero entre deudas, comida y servicios solamente teníamos lo justo y necesario.
Mis pequeños empleos no nos daban mucho pero servían para comer y su sueldo de enfermera tampoco era tan bueno pero abastecía las necesidades de la casa.

Mi abuela nos ayudaba un poco pero tampoco es como si pudiera hacer mucho por nosotros.

Comencé a crecer, termine el secundario y tenía que elegir una profesión, la cual ya la tenía clara desde que mi padre falleció, personas que eran amigos de mi padre me ayudaron un poco a conseguir mi trabajo como agente. Siempre supe que lo mío estaba en proteger y cuidar a las personas buenas.

Aunque claro, aveces me tocaba tratar con aquellas personas que solamente por tener un traje y un buen estatus debían ser protegidas de sus mierdas.

Para nadie es un secreto que hay gente corrupta en el mundo, cuando comencé como un simple policía conocí a muchos de ellos que lo eran y no lo ocultaban.

Hoy en día, siendo un agente importante en el FBI, teniendo a mi madre y a mi abuela viviendo como unas jodidas reinas en Alemania, puedo decir, con orgullo, que yo nunca me deje corromper.

Suspiro dejando caer mi cuerpo en el colchón tan cómodo que hay en la habitación que era de Beatriz cuando era una niña.

Cierro los ojos y la imagen de ella masturbándose en la ducha me llega.

Definitivamente ya no es una niña.

Estoy en la misión 124 de mi profesión y en unas horas debo viajar para la próxima.

Cuando dije que iba a Alemania era mentira, debo de viajar a Ucrania, según hay rumores de que en una gala que se llevará a cabo habrá un atentado hacia un político importante. No sé sabe con especificación cuál pero necesitamos estar preparados.

Odio este tipo de misiones porque no somos niñeras ni guardias de nadie, pero debemos de estar atentos a cualquier movimiento extraño en el lugar, no sabemos que tipo de atentado será y tenemos que estar listos. Odio el hecho de que me saquen de una misión importante en mi carrera para llevarme a una insignificante.

— Varick, ¿Puedo pasar? - la voz de Beatriz se escucha a través de la puerta.

— Si.

La pelinegra hace acto de presencia en la que antes era su habitación, me dirige una mirada retadora a la vez que se sienta a los pies de mi cama.

— ¿Vas a ir a Alemania?

Asiento mientras saco mi móvil del bolsillo para mandar un mail, de reojo puedo ver qué no le gusta nada que este ignorandola.

> ¿Por qué me espiaste el otro día? Mientras estaba en la ducha.

Bajo el móvil lentamente y me fijo en sus ojos, que me miran con total seriedad.
No sabía que ella se había dado cuenta que la había visto.

— No sabía que estabas ahí, fue sin querer, te pido disculpas.

Me sonríe de costado y se acomoda mejor en la cama.

— Eso es llamado acoso, es casi imposible que no sepas que me encontraba ahí ya que se escuchaba el ruido de la ducha ¿O te gusta espiar a la gente Varick?

Le devuelvo la sonrisa y lentamente me acerco hacia ella.

— No me gusta espiar pero quizá tenía curiosidad de saber cómo se veían esas tetas sin nada. - le susurro a centímetros de su cara.

— Bien dicen que la curiosidad mató al gato. - me responde de la misma manera, nuestros alientos se mezclan y muero por devorarle la boca.

— Murió sabiendo y no me arrepiento. - me alejo antes de hacer alguna idiotes.

Según se ella no se vincula con nadie, ni siquiera sexualmente. Es de esas mujeres que sienten que ellas se dan todo y más, eso decía en su archivo.

En ese sentido la admiro, si ella quiere el mundo se lo da sola, no necesita de ningún hombre para complacerse al contrario de la mayoría de las mujeres.

— Quizá yo tenga curiosidad también acerca de ti. - se muerde el labio levemente y baja la mirada hacia mi entrepierna. - si tú viste creo que yo también merezco ver ¿No crees?

Me río y Beatriz levanta la ceja mirándome desafiante. La puerta es golpeada suavemente y la voz de Irina se escucha detrás de la misma.

— Varick querido ha venido un taxi a buscarte.

— Creo que te tocará imaginarla. - le susurro y me levanto de la cama tomando la valija.

Antes de salir se me ocurre hacer algo que creo no le gustará, me río internamente y me acerco a ella besando su frente.

> Nos vemos a la vuelta, ziemlich.

Me mira con el ceño fruncido y antes de que me diga algo salgo de la habitación.

[...]

— Espero que está mierda valga la pena. - me acomodo en el asiento del jet privado que nos han dejado a nuestra disposición y cierro los ojos relajándome.

Liam se sienta a mi lado y suspira.

— Espero exactamente lo mismo que tú, que el atentado sea más que un simple rumor, de lo contrario estoy mal gastando mi tiempo en una idiotes.

Concuerdo completamente con él.

— No sean pesimistas, investigue toda la noche sobre quién podría atentar y todo indica a una banda criminal muy conocida en Israel, siempre provocan atentados ya que ver desastre es lo que más les apasiona. Son unos sádicos de primera, vean.

Dominick nos entrega un archivo con todo lo que necesitaríamos saber acerca de dicha banda antes de sentarse frente a nosotros.

La miro levemente antes de negar con la cabeza.

— No creo que sean ellos, todos sus atentados fueron en su mismo país ¿Por qué atentar en Ucrania?

— Lo descubriremos pronto. Por cierto ¿Cómo va tu caso de niñera? - se burla de mi.

— Bien, mientras yo estoy en esta misión ella tiene un supuesto viaje con amigas hacia Dubai.

Liam se ríe.

— Beatriz no tiene amistades.

— Eso lo sé y en vez de estar averiguando que mierda va a hacer tengo que proteger a unos políticos de mierda de un atentado que ni siquiera sabemos cómo será o si sucederá. - ruedo los ojos y me estiró en el lugar.

(...)

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