Between [Harry Styles, Luke Hemmings] #GoldenAwards #Fanfic (Terminada)

Capitulo 48

Harry me arrastra hasta el parking del hospital. Saca mis llaves del coche del bolsillo de su pantalón y abre el coche. Me alivia saber que las llaves llegaron a manos de Harry después de que se las dejara a Colin. No quería tener que volver mañana a por mi coche.

-Esta vez conduzco yo.-dice abriendo la puerta del conductor.

Me siento en el asiento del copiloto y me abrocho el cinturón. Veinte minutos de silencio incómodo para acabar una noche redonda. Genial. Reviso mi móvil para intentar distraerme, pero no hay mensajes. Ni si quiera de Luke. De todas formas hago como si estuviera haciendo algo importante con mi móvil, quiero evitar cualquier tipo de situación incómoda.

-¿Con quién hablas a las tres de la mañana?-inquiere Harry.

-Hm...con nadie. Solo revisaba mi bandeja de entrada.

-¿Y algún mensaje importante?

-No.-suspiro.

Él sigue con la vista fija en la oscura carretera.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ajá.

-¿Por qué no estas borracho?

-¿Por que no he bebido quizás?-rie.

-Y si no has bebido, ¿por qué me dijiste que te llevara yo en coche? O sea, en realidad sabías que no ibas a beber, ¿verdad?

Me mira un momento y después vuelve a fijar la vista en la carretera.

-Yo no soy tan raro como tu.

-¿Perdona?

Suelta una carcajada y al instante su cara vuelve a ser de completa concentración al volante.

Escucho un ruido en mi habitación y me revuelvo en la cama, tapándome hasta arriba con mi colcha de flores amarilla, pero alguien la mueve.

-¿Luke? Es muy temprano para que estes en casa, ¿no?-mi voz es ronca y perezosa. Necesito seguir durmiendo.

-No soy Luke, cariño.-la voz de mi padre suena en mi oído y me siento en la cama de un salto.

-Papá...¿qué haces...en mi cama?-me pego todo lo que puedo hacia la pared del cabecero y tiro de la colcha con fuerza hacia mi.

-Shh.-sus dedos pasan por mis pómulos.

-¡Mamá!-grito salieno de la cama. Él no me lo impide.

-Mamá ha salido a hacer la compra. No volverá hasta dentro de media hora.-dice con una sonrisa de satisfacción en la cara mientras se arrastra por mi cama para alcanzarme.

Rodeo la cama y salgo corriendo de la habitación escaleras abajo. Sin pensarlo abro la puerta de casa y salgo corriendo. Ni si quiera sé si me está persiguiendo. Pero tengo miedo. Llego a casa de Luke y golpeo fuerte la puerta. Martha me abre medio dormida.

-Martha...mi padre...yo.-entro en la casa.

-¿Qué ha pasado cielo?

-¿Dónde está Luke?-mis lágrimas ya llevan un rato corriendo por mis mejillas.

-Cariño, Luke está en su habitación. Pero no quiere verte.

-¿Qué? ¿Por qué?-mi cabeza no para de dar vueltas.

-Nos mudamos, cielo. Nos vamos en dos horas. A Michigan.

-No puede ser.-susurro. Me arrodillo en el suelo y me llevo las manos a la cabeza. Me duele mucho. Me tiro del pelo pero el dolor cada vez es más y más fuerte.

-¡Luke!-abro los ojos.

Toda la habitación está oscura. Tardo unos segundos en darme cuenta de que no estoy en mi casa. Me siento en la cama y me paso las manos por la cara. Estoy sudando. Oigo el ruido de una puerta abrirse e instintivamente me acurruco en la cama cubriéndome todo lo que puedo con la colcha.

-¡Vete!-grito.

-Hey, soy yo.-susurra la voz de Harry y al instante la silueta que había en la puerta va cogiendo forma. Una forma perfecta.-¿Estás bien? Te he escuchado gritar.

-Si...-susurro y me incorporo.

Harry me pasa sus dedos por la frente para apartarme los mechones de pelo que se me han quedado pegados por el sudor.

-Estas sudando.-susurra.-Ven.-me tiende la mano,

Le cojo la mano, me saca de la cama y me lleva hasta la terraza de su habitación.

-Te vendrá bien el aire. Voy a por un vaso de agua.

El viento hace que se me ponga el vello de punta. Ya es práticamente otoño pero yo sigo durmiendo aún en manga corta. Harry se apoya en la barandilla del balcón al lado mia y me ofrece un vaso con agua. Lo cojo y bebo un poco.

-¿Estas mejor?

Yo asiento.

-¿Qué hora es?

Se mueve un poco para mirar desde aquí el reloj digital que hay en su mesilla de noche.

-Las cinco menos cuarto.-me informa.

Dejo el vaso sobre la mesa de cristal que hay pegada a la pared de la terrazada y entro en la habitación.

-Tengo frio.-digo. Aunque a nadie le importe

Entra en la habitación y cierra la puerta de la terraza.

-¿De verdad que estás bien?

-Si.-suspiro.-Solo era una pesadilla.

Estoy de espaldas a él pero sé que se está acercando un poco más a mi. Le oigo tragar saliva.

-Si quieres...puedes dormir aquí. Conmigo.