Between [Harry Styles, Luke Hemmings] #GoldenAwards #Fanfic (Terminada)

Capitulo 67

Alguien llama a la puerta de mi habitación y me seco rápidamente las lágrimas que han salido de mis ojos sin que yo me diera cuenta mientras estudiaba. Eso demuestra todo lo concentrada que he estado. Harry abre la puerta y se apoya en el marco de esta.

-¿Estás ocupada?

-Si.-contesto tapándome la cara.

-Vaya. Queria enseñarte una cosa.-tuerce el gesto.-¿Qué te pasa?

-Nada.-dirijo mi vista inmediatamente a mi libro de biología.

-¿Puedes venir conmigo un momento?-insiste.

-¿A dónde?

-Es una sorpresa.-sus labios se curvan hacia arriba con satisfacción cuando me ve levantarme de la cama.

Abre el maletero y saca dos botes de pintura. Me hace un gesto para que coja dos enormes brochas y lo sigo por el sendero aún nevado hasta que llegamos a la pequeña casita.

-¿Qué te parece el rojo?-se encoje de hombros.

No me lo puedo creer. ¿Vamos a arreglar esta casita que tanto he estado adorando desde que la vi dando un paseo? Suelto una carcajada y me tapo la cara con las manos. Abre una de las latas de pintura y coge uno de los pinceles que he dejado sobre el suelo. Lo moja en pintura y pasa la brocha por la pared dejando un pegotón de pintura.

-¿Vienes o qué?

No puedo parar de reir. Cojo la otra brocha, la mojo en el bote abierto y la paso por la gastada pared de madera.

-Eh, eh. Esa es mi lata. Tu tienes ahí una.-señala la lata cerrada.

Dejo mi brocha en el suelo y me acerco para abrirla. Me cuesta la misma vida y cuando lo consigo me lleno todas las manos de pintura roja por culpa de la tapadera. Soy tan patosa. Pero aún sigo llorando de la risa. ¿Como he podido pasar en a penas minutos de llorar desconsoladamente hasta llorar de la risa? Me acerco de nuevo a la casa y pinto por el otro lado de pared que está libre.

-Podrías ayudarme por aquí, sabes.-pinta con cuidado una parte que solo tiene un rastro de pintura.

Me acerco a mi lata de pintura para volver a mojar la brocha y me acerco a su pared. Decido que puede estar bien jugar un poco y llevo mi brocha hasta su mancha de pintura e intento quitarme la suya de encima pero lo único que consigo es que golpee un par de veces mi brocha como si tuviera una espada y que al final me acabe pintando la cara cosa que obviamente yo le devuelvo ya que me he duchado hace dos horas y no me hace gracia.

Un olor a chocolate empalaga todo el salón. Mi madre está sentada en el sofá en frente del televisor y Martha en el sofá que se encuentra justo al lado.

-Hola bonita.-sonríe Martha. Mi madre se gira y con una dulce sonrisa me ofrece un poco de chocolate calientes pero yo niego con la cabeza.

Harry entra por detrás de mi en el salón y Martha se vuelve tensa. Me agarra por la cintura y me da un beso en la mandíbula.

-Harry, ¿quieres un poco de chocolate?

-No, gracias. Tengo que irme. Os dejo con vuestras cosas de chicas.-se mofa.

-¿A dónde vas?-pregunto alzando la vista hasta que veo su hermoso rostro.-Está empezando a nevar.

-He quedado. Pero volveré pronto. Te lo prometo.-vuelve a besarme y sale del salón.

Me siento en el sofá junto a mi madre y me incluyen en su conversación. Me informan de que mi madre ya ha empezado a organizar la boda, que la quiere celebrar antes de que yo me vaya aunque todavía no he decidido nada y como madre orgullosa que es se encarga de sacarme los colores. Me comenta también que quiere que Alessia y yo seamos las damas de honor, lo que me parece fantástico y me enseña algunos vestidos que ha visto en varias revistas de pronovias que le ha traido Martha.

-Le he comentado a tu madre que una decoración en tonos blancos y pastel puede quedar bonito y sencillo.-comenta llevándose la taza de porcelana a los labios.

Me encojo de hombros. Nunca he estado siguiendo desde tan cerca los pasos de una boda y no tengo ni idea de lo que puede ir o no bien, la verdad.

-Y además Alessia y tú podríais ir con vestidos a juegos con el decorado.-añade.

-¡Me parece una idea genial!-exclama mi madre.-Mañana llamaré a una diseñadora y pediré cita para que me ayude con todos los vestidos. Además Ben no quiere escatimar en gastos.