Capítulo 10

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De los recuerdos.
"Arriesgarse, parte 1..."

— ¿Está rico su té, Señor Conejo? — Murmuró Poelí, mientras sostenía en sus manos un juego de té de porcelana.

— Un asco. — Dije simulando la voz del señor Conejo.
En una pequeña mesa improvisada Poelí, Señor Conejo, Bob Esponja, un Osito rosa de felpa, Iron Man y yo disfrutábamos de un rico té.

— ¿Qué dices? — Preguntó Poe confundida mientras acercaba su oído cerca de Iron Man,  yo le di un pequeño sorbo a mi taza vacía. Mí amiga me miro triste. — Anthony dice que tiene hambre y qué, sí no le damos comida, volará este maldito lugar.

Mamá río de nuestras ocurrencias y se paró frente a la camilla. — Iré a la cafetería, niñas. Les traeré galletas y chocolate.
Poe asintió feliz y abrazó a mi madre, yo miraba de reojo al osito de felpa, como quién mira a un eterno rival. Mi frente estaba vendada y un yeso cubría mi pierna.

A mis espaldas la puerta se cerró y mi amiga se sentó en la cama.

— Adoro decir groserías. —con una risita divertida— ¿Estás lista? — Murmuró.

Moví mi cabeza en un gesto confiado y con mi mano apoyada en la camilla, bajé de la cama dispuesta a volver a caminar.
Poe agarró mi brazo. —Despacito.
Moví mi pie derecho, no dolió, afirme mi pie izquierdo y una ráfaga eléctrica se extendió por toda mi pierna, me apoyé en Poe.

— Estuve practicando, mientras mi mamá dormía. — Dije bajito y afirme el pie izquierdo nuevamente, solo sentí una insoportable molestia.

— ¡Lo gracioso será volver a subir a esa maldita cama!.

Cuando deje de extrañarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora