Capítulo 33

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Wilson, Carolina del Norte.
Cementerio de Wilson.
8 de Septiembre de 2017...

Finalmente llegó el día, quisiera decir que al despertar esa mañana, todo había sido un sueño cómo en las películas pero no fue así, desperté y tuve que prepararme para el funeral de mi mejor amiga.

Ahora me encontraba en el cementerio, de pie frente a la lápida de ella junto a Evans y Líam. La lluvia había cesado y el césped estaba húmedo.
La ceremonia había terminado hace una hora y mis padres tuvieron el gesto de llevar a Sebastián y Sarah a casa. Ellos estaban devastados.

Puse el ramo de flores sobre la lápida y suspire.
— Tus flores favoritas... —hago una pausa y apoyó mi mano en la lápida—. ¿Qué hare sin ti, Lawrence? —balbuceo y me dejó caer en el pasto que ahora se encontraba mojado, manchando mi vestido negro.
Con mis manos tape mi rostro, mi pecho dolía insoportablemente desde que supe que había muerto, mi corazón latía pero ya no quería seguir, hasta parecía que quería escapar lejos de aquí, Y refugiarse en cualquier lugar para llorar.

A mi lado Evans estaba arrodillado sobre la tumba, llorando sin consuelo. Su traje negro estaba sucio con pasto.
— Nunca te olvidaré, —Murmuraba Evans, totalmente deshecho, Líam acariciaba su espalda— que no habrá ni un día en qué no te recuerde, nos recuerde. Estoy agradecido de tu amor y nunca me equivoqué cuando te dije que eras el amor de mi vida. —las lágrimas caían empapando sus mejillas.
Liam se agachó frente a la lápida, sus labios temblaban y tomé su mano.
A Líam le dolía irremediablemente no haberse podido despedir. Lawrence era su mejor amiga desde la primaria.
— Quizá pueda volver a sentirme mejor, cuando dejé de extrañarte. Aunque eso lo dudo. No habrá un día en que no piense en ti. — Dijo él fríamente.

— Ella no querría verlos así. —Hago una pausa cuando escuchó esa voz y un ataque de llanto me invade cuando volteó a ver, Evans se pone de pie y me ayuda a incorporarme, Líam toma mi mano.

A unos metros de nosotros, Will estaba de pie contra un árbol, tenía un traje de color negro y en su mano un cigarrillo y junto a Thomas, Vera Lombardi.

Cuando deje de extrañarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora