El brujo y el demonio

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El primer paso en la preparación para su tan amada tarta de manzana es mezclar los 100 gramos de manteca al natural con los 200 gramos de harina leudante, además de las 12 cucharadas de azúcar blanca con un toque de coco, el muchacho lleva los ing...

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El primer paso en la preparación para su tan amada tarta de manzana es mezclar los 100 gramos de manteca al natural con los 200 gramos de harina leudante, además de las 12 cucharadas de azúcar blanca con un toque de coco, el muchacho lleva los ingredientes aun bowl de madera y los vierte todos juntos, eleva un tenedor metálico con el movimiento de sus dedos y lo deja sobre los ingredientes, con un piquete entre su pulgar y el índice el objeto comienza a mezclar por si solo todo.

De dentro de una canasta saca unas tres manzanas rojas, que limpia con el agua de su cubo, pasa por al lado de su pila de cuchillos y dos de ellos se elevan a su lado, yendo detrás de él de a empujones, el moreno se queda cerca de la mezcla anterior y saca de debajo de la mesada una tabla de madera, allí deja las manzanas ya limpias y escurridizas por el agua, — Es su turno. Dice hablándole a los cuchillos que se habían quedado quietos a su espalda, que lo rodean y llegan hasta las frutas rojizas.

Gon deja las manzanas en el aire, y los cuchillos comienzan a quitarle la piel a las mismas, pareciendo casi transparentes por lo bien que lo hacían, el muchacho dejo a los utensilios trabajar mientras él seguía con los preparativos, no quería que su compañero se enoje por sus tardanzas a su que caminó un poco más rápido por la cocina, fue a buscar la mezcla anterior, donde el tenedor ya habia terminado su función y ahora posaba tranquilamente sobre la madera de la mesada.

— Huele muy bien. Dice emocionado mientras reparte algo de manteca en la fuente que guardaba en el horno a leña, dejándola de ese característico color amarillento y ahora con los dedos completamente manchados de esa consistencia toma la mezcla y deja una gran parte dentro de la fuente preparada, aplastando un poco los ingredientes para crear una base granulada, silva para que los cuchillos comiencen a cortar las manzanas no muy pequeñas ni muy grandes, mientras que con el zapateo de su pie izquierdo le indica a la durmiente llama que se encienda para ir calentando un poco el horno.

— Quedaron perfectas, no le hará daño a nadie que me coma algunos trozos. Exclama feliz de ver las rodajas de la fruta, comiéndose algunas para saciar su apetito, suavemente va dejando las demás sobre la base de harina y azúcar, para no aplastarla más de lo necesario, — Vamos Kon, ya es hora de despertarse... . Le habla otra vez a la llama perezosa que poco a poco va despertando, — Buen chico. Dice al ver que sus ordenes fueron acatadas justo a tiempo para poner lo que resta del granulado sobre las manzanas.

— Solo queda el toque final, espero que el gatito no se ponga refunfuñón. Gon ríe al recordar a su "amigo", al que debía ir a entregarle esa tarta junto a otros alimentos, gira su muñeca para que la fuente con todo los ingredientes dentro flote por si misma hasta la llama del horno, ahora solo quedaba esperar a que todo quede perfectamente cocido.

Para ahorrar tiempo fue a preparar su canasta, poniendo algunas frutas extras, como mandarinas y arándanos, además, unas botellas con agua y leche. Por último guardo algunas plantas medicinales, siempre que iba a visitar a su "amigo" este estaba herido en alguna parte, Gon refunfuño por ello, si bien no podía retarlo como si fuese un niño, si podía darle un castigo, aunque incluso eso le parecía cruel.

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