La película subida de tono

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Gon nunca fue afín a las películas pornográficas, ni siquiera podía decirlo sin equivocarse, cuando la "pubertad" le estaba llegando él prefería jugar en el bosque de su isla, correr por los pastizales y pescar sobre el árbol más alto que se encon...

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Gon nunca fue afín a las películas pornográficas, ni siquiera podía decirlo sin equivocarse, cuando la "pubertad" le estaba llegando él prefería jugar en el bosque de su isla, correr por los pastizales y pescar sobre el árbol más alto que se encontrara.

Aunque tuviera internet en su humilde hogar, nunca pudo ver más que publicidades, esas que te aparecen en algunos sitios, mostrando a mujeres o incluso hombres en poca ropa, invitando al espectador a entrar en sus sucios vídeos.

¿Quien nunca se ha topado con alguno después de todo?.

Aún así el pequeño Freecss nunca cayó en esas cosas, nunca le llamo la atención esos senos exuberantes o esa ropa tan bonita y con encaje, la única vez que sintió curiosidad de entrar, fue por que un chico en esos carteles se veía muy fuerte, tenía músculos en los brazos y un pecho bien marcado.

Al momento de entrar a esa página se encontró con ese mismo hombre siendo dominado por otro más alto y casi igual de fuerte que él, le entró pánico al escuchar los gemidos y con fuerza apretó los botones del mouse hasta que logró cerrar la pestaña.

Definitivamente no tenía un buen acercamiento con ese mundo, así que cuando Killua le ofreció ver con él una película, que por los ruidos que lograba captar; dedujo que era porno; se avergonzó fuertemente, negó rápidamente y el albino siguió con lo suyo, perdido en el movimiento de la pelvis de aquel hombre al entrar en la chica que tenía en cuatro.

Gon tragó duro cuando su mente creó un escenario erótico gracias a los gemidos que lograba escuchar, se hizo bolita en el sillón, busco uno de los almohadones y se tapó la cara, se sentía arder.

Su afilado sentido auditivo podía captar lo brusco de las penetraciones, los gemidos insaciables de la chica, incluso podía escuchar la cama chirriar, el mundo se le dio vuelta cuando a sus oídos llegó lo que parecía un golpe con la mano abierta en alguna parte del cuerpo.
La temperatura subió aún más al imaginar la zona afectada, se escondió aún más en la almohada y la mordió al escuchar a Killua chiflar suavemente luego del fuerte gemido que soltó la chica del video.

Gon jugó con sus dedos de los pies al verse envuelto en su imaginación, al no poder escapar de la viva imagen de una chica siendo penetrada fuertemente por un hombre, el pequeño podía ver cada movimiento a la perfección, la rapidez y el salvajismo de las embestidas, las nalgadas que le daba de vez en cuando, los jalones de cabello y los besos llenos de pasión que se compartían cuando la posición se los permitía. Sus ojos parecían espirales, tan perdido y confundido, odiando su fuerte imaginación y sus sentidos aumentados.

La temperatura de su cuerpo le hacía parecer enfermo, febril, aunque intentara acallar sus pensamientos no podía, cada estocada era un gemido, una súplica por más, se estaba volviendo loco, restregando su cara una y otra vez contra el almohadón mientras lo apretaba con los brazos y las piernas.

—Killua pervertido... Susurró mientras sacaba la cara de la almohada.

Captó como su compañero se quitaba otra vez los auriculares para encararlo con las cejas fruncidos y los ojos... turbios, un azul apagado pero calmado, como el mar antes de la tormenta.

Mil y un notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora