Mil y un notas

Lluvia

Era un día normal de clases, un jueves tranquilo, algo soleado pero con vientos frescos, el día perfecto para un moreno muy aventurero y un albino fanático de los días fríos.

La doble jornada de su secundaria dejaba exhausto al más bajo de los dos, no aguantaba estar tantas horas quieto escuchando palabrería sin cesar sobre cosas que realmente no comprendía del todo, aunque cada vez que era el turno de sus profesores favoritos, como en la actual última clase de biología, todas sus energías se veían renovadas y listas para absorber todo el conocimiento que se le pusiera enfrente.

Killua miraba a sus amigos y luego a la pizarra, de esta pasaba a la ventana y quedaba impresionado de ver como la noche parecía caer con mas rapidez de lo normal, levantó la ceja intrigado por el efecto anti luz que hacían las nubes grises al amontonarse y justo cuando iba a voltear un fuerte trueno hizo crispar sus sentidos, haciendo a todos saltar de sus asientos por el impacto, la clase entera se quedó mirando muy atentos la fuerte tormenta que se estaba desatando frente a sus ojos.

El profesor Leorio miró con un poco de angustia también, pues no había traído ningún artefacto para protegerse de la lluvia y supuso; por las caras de sus alumnos; que nadie lo había hecho. Con el suave golpe hacia su mesa de escritorio llamó la atención de los chicos y la clase siguió con un ambiente algo más pesado que antes.

—Que pena que no traje mis botas para la lluvia, quería saltar en los charquitos— Gon era el único feliz con la situación, como el adolescente salvaje que era, estos ambientes eran muy comunes para él.

—Gon vivimos a unas dos horas de aquí, quedáremos empapados hasta el tuétano, si la lluvia empeora llamare a Gotoh para que nos pase a buscar— Susurro Killua mirando su teléfono con disimulo, intentando no llamar la atención de su profesor.

—Vamos Killua, no seas aburrido, podríamos jugar bajo la lluvia como cuando éramos mas pequeños— Gon hablaba bajo también, pero lo miraba directamente, con una sonrisa de oreja oreja, feliz con su idea.

—No soy aburrido, odio la lluvia, te deja el cuerpo pesado y el olor que deja en el ambiente hace difícil aspirar el aire— El albino saco la lengua con asco, intentando evitar la cara de cachorro herido que Gon le estaba regalando.

—Haber los tortolitos del fondo, la clase continua ¿Saben?— Leorio levantó la voz al ver a sus alumnos distraídos, el resto de alumnos rieron un poco ante la vergüenza de Gon y Killua.

El albino miraba mal al profesor mientras se cruzaba de brazos, rojo por el comentario fuera de lugar, en cambio Gon, miraba con una vergüenza mucho menor mientras se rascaba la nuca y apretaba su otra mano contra su uniforme. —"Me las pagaras anciano"— pensó mordaz Killua, asesinando a Leorio con la mirada.

La clase siguió entre un silencio tranquilo por la hora restante, Gon se mantuvo todo el tiempo absorbido por las explicaciones de su castaño profesor mientras que Killua anotaba de vez en cuando las pocas cosas que realmente desconocía del tema. El timbre de salida sonó por toda la enorme escuela y Leorio soltó a sus alumnos, deseándoles buen viaje; cuando Gon se acercó a su profesor, este le acaricio la cabeza y luego le tiró de la mejilla por andar charlando en su clase, intento hacer lo mismo con Killua pero éste no se lo permitió, dejando a ambos en una batalla de miradas que fue detenida por el profesor de historia, el profesor mas joven de la escuela, Kurapika tomo a Leorio del brazo y lo regaño por pelear con un alumno en tiempo de escuela.