Luz nocturna

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Gon Freecss no se caracteriza por tener pensamiento crítico, o por ser muy inteligente, pensar no es su punto fuerte realmente

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Gon Freecss no se caracteriza por tener pensamiento crítico, o por ser muy inteligente, pensar no es su punto fuerte realmente. Pero si de algo está seguro, es que sus instintos nunca lo engañaban, confiaba en ellos más que en cualquier cosa a la hora de confiar y analizar a una persona.

Si algo le decían sus instintos era que Killua Zoldyck era una persona brillante, admirable, inteligente, confiable y muy cariñosa, a su estilo obviamente. Lo había experimentado en mano propia, los mejores y peores momentos del joven Zoldyck los había vivido con él y estaba seguro de sus palabras a la hora de decir que Killua, su mejor amigo, su confidente, su compañero de vida

Era tan misterioso y brillante como la luz de la luna.

La luz que brilla en su oscuridad, la mano que lo guía a través de los pasillos nublados, la luciérnaga que se asoma frente al pequeño río, marcando un camino recto hacia la salida de un frío y oscuro bosque.

Gon no era muy inteligente, pero entendía mejor que nadie los sentimientos profundos, sabe escuchar mejor que muchas personas, pues es capaz de oír incluso los silencios e interpretarlos.

Killua era algo mas reservado que él, bueno, en realidad, mucho más reservado, no suele hablar de lo que siente, de lo que lo hace feliz, o de lo que lo aqueja, por lo que Gon se volvió experto en leer sus miradas, en entender el cambio en el brillo de sus mares enjaulados, sus movimientos sutiles y los mas exagerados, como cuando se sonroja por algún cumplido. Se había vuelto su luz en los momentos difíciles y solo pudo comprenderlo, cuando el mismo Killua se lo había dicho a él.

Fue una noche muy cansada, habían vuelto de una misión de la asociación de cazadores, Gon tenía una misión algo lejos de la zona, una especie en peligro de extinción que era amenazada por un grupo de cazadores normales que buscaban el mejor trofeo, en cambio, Killua, había decidido ser un cazador de listas negras, y su misión esta vez, habían sido un grupo pequeño de narcotraficantes que habían descubierto una droga alucinógena muy fuerte y muy fácil de fabricar.

Ambos se habían encontrado en la parada del tren entrada la madrugada, cansados, decidieron ir juntos para no tener que mantener sus presencias intimidantes, Killua tenía una casa propia donde vivía con Alluka, así que invito a Gon a ir allí por esa noche, para hablar del tiempo pasado y ponerse al día, ya que llevaban meses sin verse por sus trabajos. Gon aceptó con mucho gusto la invitación. 

Durante el viaje, Killua dormía en el hombro de Gon, se veía relajado, no tiene ojeras, en cambio, el moreno si las posee, el de pelo puntiagudo no aguanta tanto el sueño como su amigo, pero en un intento de mantenerse despierto termina balanceando la cabeza; las estaciones pasan, es muy de madrugada, nadie entra ni sale del vagón, parecía un lugar solo para ellos y eso a Gon le gustaba mucho, lleva mucho tiempo queriendo tener las mismas aventuras y experiencias de antaño junto al albino, pero entendía su nueva carga de responsabilidad, él ya vivía solo y únicamente tenia dieciocho años, Killua mantenía todos los gastos propios y los de su hermana, teniendo la misma edad que el moreno.

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