Una visita inesperada
Mónica Briz
Nuestro hogar no siempre fue igual, según cuenta mi abuela antes era mucho peor y según los libros de historia, muy fantasiosos por cierto, hubo un tiempo en que todo fue caos y los fundadores establecieron estas normas para evitar que suceda de nuevo.
No les creo, los cuentos de hadas sobre el pueblo presentan un final lleno de amor y felicidad, para mí es imposible que quien luchó por un final así haya dejado las bases que le rompió el corazón a tanta gente.
—Castillo —llama la profesora—, te esperan en el pasillo.
Veo como mi amiga sale casi corriendo a encontrarse con ese hombre que no la mira con amor, no la ve como Austin a mí.
—Licenciada —la maestra interrumpe la clase ingresando con una persona detrás—, le pido detenga su clase unos minutos, tenemos un anuncio.
Adelma se presenta ante nosotros con mucha alegría, nos habla de su circo y que consiguió el permiso para que todos podamos asistir. Luego de eso el día avanza, pero con un nuevo aire, ahora se siente la emoción, pues esto no es muy común. Somos como niños con juguetes nuevos.
*
Al finalizar el día espero a mis padres frente al colegio, quiero saber cuál fue la reacción ante la noticia del circo ¿se molestarán?, ¿me prohibirán acercarme a la plaza?, ¿harán una protesta fuera del circo?
Se están tardando; sin embargo, eso me permite ver el preciso momento en que el director aparece echando casi a patadas a mis amigos, quienes solo se ven molestos mas no reclaman.
—Váyanse —aquel hombre voltea a verme, le doy un ligero asentimiento antes de que regrese la vista a mis amigos—. Que pena por usted señorita Castillo, pudo ser mejor.
Con esas palabras todos se retiran, Austin intenta acercarse cuando un auto se estaciona a mi lado y mi padre baja de él, nos mira detenidamente a ambos y me abre la puerta. El castaño se despide agitando la mano, gesto que le devuelvo a través de la ventana.
*
Para mi completa sorpresa mis padres accedieron a traerme al circo, el auto se detiene a una cuadra, bajamos y mi padre le hace una seña al cuidador. No puedo creer que esto esté pasando.
Aparte de que casi nunca salimos los tres así, esta plaza nunca antes se había visto tan iluminada. En el centro de esta hay una gran carpa de colores con una abertura haciendo de puerta, a sus lados hay luces de colores que parpadean y hasta al frente hay una pequeña cabina con una chica recogiendo los tickets.
Nos acercamos con cautela, como todo el mundo, y mi madre le extiende los tickets.
—Buenas noches, bienvenidos a A & A shows —la chica rubia sonríe mucho y es contagioso, por lo que le devuelvo una pequeña sonrisa—. Cruzando la puerta encontrarán una pequeña barra para que compren botanas a su gusto, pueden sentarse en cualquier parte de las gradas y espero disfruten nuestro show.
—Gracias.
Al cruzar la "puerta" llegamos a un espacio bastante iluminado, como dijo la chica a un lado se encuentra una barra con tres chicos repartiendo comida. Nos acercamos a la fila y delante nuestro puedo reconocer a la familia Ron, uno de los chicos saluda a Austin con mucho entusiasmo lo que los hace conversar unos momentos antes de que sea nuestro turno.
—Buenas noches —mi padre llama su atención apenas se van los castaños.
—Buenas noches, bienvenido al bar de A & A show, mi nombre es Adelfo y tengo el gusto de ofrecerle una variedad de comida para que escoja la que más se apegue a su gusto —Adelfo empieza a hablar rápidamente—. Contamos con: bebidas no alcohólicas, canguil, hot dogs, chocolates, manzanas acarameladas y algodón de azúcar ¿Qué desea?
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Una historia sin nombre [Editando]
Random¿Qué harías si un solo día de tu vida bastara para cambiarla por completo? ¿Cómo te sentiría si descubres que todo lo que te han enseñado, tal vez esté mal? ¿Si los famosos "problemas" a los que temías de pronto se vuelven eran soluciones? ¿Y si la...