𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖: 𝙈𝙞 𝙞𝙣𝙟𝙪𝙨𝙩𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙙𝙚𝙣𝙖

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⚠️⚠️⚠️ ADVERTENCIA DE CONTENIDO SENSIBLE: El siguiente capítulo incluye representaciones de privación de libertad, maltrato físico y psicológico, además de situaciones que pueden resultar perturbadoras para algunos lectores. Este contenido no está diseñado para ser romántico. Si prefieres evitar estos temas o si te resulta incómodo, te recomendamos omitir esta parte. Lee bajo tu propio criterio y cuida tu bienestar. ⚠️⚠️⚠️

Tania Castillo

Jueves-Día uno: Ira.

Vi el video, escuchar esas palabras tan crueles salir de la boca de Acario me rompieron el corazón y todo empeora cuando noto el temblor del video, Dylan estaba molesto mientras grababa esto.

Aprovechando que mis padres estaban trabajando, salí a enfrentarlo, no voy a permitir que nadie me falte el respeto así.

Cuando aparecí en su casa con el celular en mano lo negó todo. Peleamos, gritamos y cuando le pedí un vaso con agua bajé la guardia.

Lo último que recuerdo es a él arrebatándome el celular de Laura para estrellarlo en el suelo, dejándome así sin pruebas.

Sin forma de pedir ayuda.

Viernes-Día dos: Resistencia.

Me despierto en la que creo es su habitación, por la luz del sol, asumo que pasé la noche aquí. Rápidamente, me incorporo buscando una salida, la puerta está bloqueada por fuera, el baño tiene un olor fatal y la ventana es la única que se abre ligeramente.

¿Así se sentirá Mónica?, aunque bueno, ella debe tener un ambiente limpio.

Mientras empujo la ventana a mi mente llegan palabras para pedirles disculpas a mis amigos, cuando logro pasar hasta mi hombro se abre la puerta revelando a Acario quien viene con otro vaso con agua.

—Pero amor mío, si viniste a buscarme es porque querías estar conmigo —camina hasta mí negando—. No sé por qué te resistes ahora.

Reacciono tarde y solo siento un golpe seco contra mi cabeza antes de cerrar los ojos. Al abrirlos de nuevo estoy en una pequeña bodega, amarrada de manos y sin mucho espacio para moverme.

Ahora sí, escucho a su madre, le ordena apresurarse antes de que se les acabe el tiempo.

Sábado-Día tres: Odio.

Hoy aparece su madre a dejarme un pan y agua, me mira con asco y yo le devuelvo una mirada llena de odio.

Confié en ella, en su hijo, lo conocí y al final todo fue una mentira.

Paso el tiempo en la absoluta oscuridad escuchando cómo se mueven por la casa, en un momento puedo escuchar como golpean la puerta desesperadamente y después vienen los gritos de Acario y otra voz.

Me concentro en ella, pero no puedo reconocerla.

La puerta se vuelve a abrir y veo a Acario con un golpe en el rostro, me mira con desprecio y en un segundo estampa su palma contra mi cara.

—Te odio —es lo único que puedo decir antes de recibir otro golpe y entonces se va.

Domingo-Día cuatro: Tristeza.

La cara me duele y las lágrimas no dejan de salir.

Extraño a mi mamá y sus historias de trabajo, extraño a mi padre y sus meriendas raras, extraño a mis amigos y sus risas, pero sobre todo extraño a Dylan.

Extraño que me acompañara a casa, extraño su humor y extraño mucho su cercanía.

Los extraño.

—No seas ridícula —su madre también me deja la comida hoy—. Nadie vendrá.

Una historia sin nombre [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora