Una historia sin nombre [Editando]

𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖: 𝙎𝙪 𝙛𝙤𝙧𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙚𝙧

⚠️⚠️⚠️ ADVERTENCIA: En este capítulo se menciona manipulación. Dicho esto, disfruta del capítulo. ⚠️⚠️⚠️

Tania Castillo

Estoy harta de su insistencia y no me refiero a Dylan, él ya dejó de aparecer por aquí desde ese día. Hoy es Laura quien camina por toda mi habitación agitando su teléfono y hablando sobre un video.

—Por favor Tania, debes verlo —me coloca el aparato en la mano—, Dylan está castigado por grabarlo, no dejes que sea en vano.

Solo suspiro lo que la hace negar.

—Está bien no me creas, conseguiré a alguien que te haga verlo.

Guarda su teléfono y sale de mi casa renegando, veo la hora en mi reloj porque a nosotros no se nos permiten los teléfonos en el pueblo y noto que ya voy tarde. Acario me debe estar esperando.

Salgo corriendo de mi casa; mis padres están trabajando y la única que me despide es la pastor alemán que intenta saltar la cerca varias veces. En la esquina del parque bajo el ritmo para poder arreglar mi cabello y ropa.

Cuando llego, él ya estaba allí, esperándome.

—¿Me quieres explicar por qué llegas tan tarde y encima cansada?

—Como de costumbre es culpa de Dylan —la mención de su nombre lo hace fruncir el ceño, lo conoce porque le he hablado de él, en persona no—. Puso a mis amigos en tu contra.

—Ven —palmea un espacio a su lado y me siento allí—, sabes que todo lo que dice es falso, ¿no?

—Claro.

—Yo te quiero y nunca haría algo que te haga daño, todo lo que hago es para que tú seas más feliz que nunca —le da un vistazo rápido a mi ropa—. Y para que te veas más hermosa, ¿lo ves? Hoy usas lo que me gusta y te ves mejor que nunca.

—Yo... —quiero responder, pero posa su dedo en mis labios.

—Aún no —lo retira y toma mis dos manos—, Dylan está celoso y acaba de poner a todos tus amigos celosos.

—¿Celosos?

—Sí, celosos de ti —mis ojos se abren de la sorpresa—. Celosos porque por fin encontraste el amor, uno de verdad, ellos no lo tienen y eso los tiene molestos.

—Pero son mis amigos...

—No, no lo son, ellos no quieren que seas feliz y por eso debes alejarte.

—Yo... —sin importarle los que nos rodean, deja un pequeño beso de boca cerrada sobre mis labios.

—Aléjate de esos envidiosos y mejor concéntrate en mí... en nuestro amor.

—Sí.

*

Dylan García

Debo tener algún reloj en mi interior porque cada que llego a la casa de Tania veo como ese sujeto la deja en su puerta. Hoy no espero y apenas se gira corro al encuentro con la peli rosa.

—Prometiste no molestarme de nuevo, vete.

—Tania, solo hablemos, como amigos.

—Tú ya no eres mi amigo.

Sus palabras me lastiman y mi respuesta se queda atrapada cuando veo a la pastor alemán saltar la cerca y venir hacia nosotros. Tania cierra la puerta y yo corro con ella siguiéndome, al menos ella está segura.

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