𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖: 𝙀𝙡 𝙧𝙤𝙢𝙥𝙚 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯𝙤𝙣𝙚𝙨

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⚠️⚠️⚠️ ADVERTENCIA: En el siguiente capítulo se menciona un poco de acoso callejero y maltrato hacia la mujer. Una vez dicho, disfruta de la lectura ️⚠️⚠️⚠️

Dylan García

Me rendí, he intentado de todas las formas posibles hablar con Tania, he ido a su casa, la he acompañado en el camino de regreso, llego antes al colegio para poder hablar con ella, me salto los recreos buscándola y todo lo que he conseguido hasta el momento son sus gritos pidiéndome que no me meta.

Entonces eso es lo que haré, claro que me duele que ella no me escuche, ni me dé la mínima oportunidad de mostrarle la cara que yo conozco de su flamante novio. Empezando porque persigue a todas las chicas que se le cruzan y culminando en esos comentarios horribles que ha pronunciado contra la peli rosa.

No lo soporto, así como tampoco soporto el dichoso "yo sigo sin verle algo malo" de Alex cuando les conté todo, ¿acaso solo yo noto la actitud de ese tipo?

La campana suena y ya no molesto en seguir a Tania, mi mejor amigo sale casi corriendo con su prima detrás, Mónica guarda sus cosas lentamente y Laura se lleva del brazo a Alex mientras comparten una mirada cómplice. Lo último me hace sonreír un poco, hace unas semanas nos reunieron para contarnos que él se hará pasar por su pretendiente porque ya están presionando a sus padres para que la comprometan.

Salgo y tomo el camino más largo a mi casa, que casualmente pasa por la casa de Tania y me permite ver como Acario la deja en la entrada. Casualmente también tomé "prestado" el teléfono de mi padre para ver si logro captar al Acario que conocí en ese taller extraescolar.

Y lo logro, no pasan más de cinco minutos cuando Acario, que va muy galante por la calle, empieza a gritarle obscenidades a las chicas que pasan. Basura.

—¡Uy mamita, que ganas de abrirte las piernas!

Patán, asqueroso.

—¡Si tan solo fuera ginecólogo para verte siempre, hermosa!

Ridículo, irrespetuoso.

—Por ti hasta engaño a mi novia las veces que quiera.

Cerdo de mierda.

Veo como cada chica que lo escucha sale corriendo, se supone que al ser un pueblo tan disciplinado esto no debería pasar, cansado de escucharlo saco una botella de jugo de la maleta y se lo lanzo a la cabeza.

—¡Idiota! —está enojado, voltea hacia todos lados buscándome, pero me escondo justo a tiempo— ¡Mi mamá se va a enterar!

Río bajito cuando lo veo caminar pisando muy fuerte a una casa con una señora parada en la puerta.

—Ay mi amor no te preocupes, deja que averigüe quién fue —habla su madre acariciando su cabeza.

Preparo la cámara para grabar y me acerco de a poco, están tan concentrados en hablar que no me notan.

—Gracias mamá y no te preocupes, pronto tendrás aquí a tu sirvienta.

—Niña idiota —la señora toma el rostro de su hijo—. Cree que es suficientemente digna de un hombre tan bueno, guapo y perfecto como tú.

—Tranquila mami, no la tendrás que aguantar mucho, solo hasta que consiga a alguien digna —aquel hombre ríe—, tengo hambre.

—¿No te dio de comer? —lo vuelve a abrazar— Que descaro de esa al no alimentarte, pero ya verás apenas se casen podrás corregirla como se debe.

¿Qué?, pasan los siguientes minutos despotricando de Tania, aseguran que cuando se case hará de Tania una sirvienta para su madre y él irá a buscar una esposa respetable, en sus palabras "una esposa como la hija de los Briz, perfectamente educada".

Cuando tuvimos nuestro problema por la boda me dediqué a leer todas las normas y leyes de este pueblo, lo que tengo más presente de todo es el capítulo dedicado a ellas y el otro en contra de cualquier trabajo forzado. Ahora no solo debo alejarlo de Tania, sino también mandarlo a la cárcel.

Corro a la casa de Tania y golpeo con tanta fuerza sin importar quien esté cerca.

—¿Quién es? —no respondo, pero escucho como se acerca—, si no me dices tu nombre no te abriré.

—Soy yo —respondo y en seguida escucho un suspiro muy fuerte—. Necesito hablar contigo.

—Dijiste que no volverías a meterte —no abre la puerta, solo habla más fuerte—. No me has hablado en todo el día y ahora que vuelves a hacerlo es para lo mismo, echarle tierra a Acario.

—Hoy tengo pruebas así que por favor déjame mostrarlas.

—Eres mi amigo, pero como te dije antes, no intentes darme una mala imagen de él, tú no lo conoces como yo.

—Claro que lo conozco, porque soy tu amigo quiero hablar.

—Él me advirtió que dirías algo como esto, deja de hacerlo y vete antes de que suelten a Barb.

—Tania no, escúchame —hay silencio y luego se escuchan pasos, se fue.

Resignado me doy vuelta, tal vez hoy no lo conseguí, pero en algún momento lo haré y si ella lo hace primero solo espero poder estar allí para apoyarla.

En mi camino de regreso encuentro a aquella chica de cabello rizado sentada en la vereda llorando. Me acerco a ella y en su vulnerabilidad me cuenta su problema, su prima, me pide perdón por los shows que ella hace y sigue llorando. Intento animarla hablando de Abigaíl, la prima de Adelfo, quien ve el mundo de manera diferente y me envía correos aconsejando sobre cómo hablar con Tania, claro que no le cuento mis problemas con la peli rosa.

Ella menciona que quisiera conocerla y ver esa alegría que tanto menciona, cuando se calma me ofrezco a acompañarla, pero declina diciendo que no me meterá en más problemas y yo solo la veo partir.

Sin imaginar que unos ojos marrones me observaban fijamente.

Sin imaginar que unos ojos marrones me observaban fijamente

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[Abigaíl: fuente de alegría]

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Una historia sin nombre [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora