Capítulo 11

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~Editado~


Al otro día me despierto, y no encuentro a nadie en la habitación. Siento unas voces afuera y me arreglo un poco la ropa.

Salgo del cuarto, y casi tropiezo con una mujer, que aparenta estar entre los treinta, llegando a cuarenta; me da una sonrisa cálida.

—Hola cariño, soy Megan, la mamá de Kevin —saluda.

—Hola, yo soy Alex —respondo un poco cohibida.

Ella sigue sonriendo e inmediatamente, me doy cuenta de los parecidos que comparte con Kevin.

Cuando sonríe aparecen hoyuelos en sus mejillas, que la hacen ver más joven.

Presentan el mismo color de pelo; un castaño oscuro, ojos muy expresivos.

Son casi idénticos.

—Mucho gusto Alex, dobla esa esquina—indica señalando el pequeño pasillo—. Los chicos están allí desayunando.

—Gracias, y mucho gusto en conocerla, también —murmuro, y dándole una pequeña sonrisa, me encamino hacia ellos.

Nada más llegar, me quedo un momento en silencio observándolos.

Kevin está contando algo, April y Joshua ríen, e inmediatamente me siento cobijada; feliz.

Ellos se dan cuenta de mi presencia, y me saludan muy animados.

Tomo asiento al lado de April, y comienzo a desayunar mientras ellos siguen hablando, y contando historias de cuando eran pequeños.

Y a pesar de no hablar mucho, me siento bien escuchándolos, y riéndome, de las cosas que hacia Joshua y Kevin cuando eran niños. Es divertido oír esas historias, y ver la relación de ellos dos, son hermanos a pesar de no compartir la sangre.

Es bueno tener momentos así, donde puedo respirar un poco, y disfrutar del presente, del ambiente que nos envuelve y de los amigos, porque ya considero a Kevin también como amigo.

Joshua en el transcurso del desayuno, me da varias miradas, y me sonríe bastante.

Creo que este chico quiere acabar conmigo.

Cuando terminamos April anuncia que ya se tiene que ir, y le pregunto si puedo quedarme en su casa. Ella acepta, y Kevin nos lleva, junto con Joshua.

En el trayecto, pienso en lo que me dijo en la noche; que iba a cuidar mis seños, y fue cierto, no tuve más pesadillas.

Al llegar le damos las gracias por todo, y nos despedimos de ellos.

La despedida con Joshua fue un poco incómoda por mi parte, no sabía si darle un beso en la mejilla, o, agitar mi mano. Y antes de que lo pensara demasiado, me dio un beso en la mejilla, que me dejo aguantando la respiración varios segundos.

Él provoca muchas sensaciones nuevas en mí, y me da mucho miedo, así que decido no pensar en eso.

Entramos a su casa, y rápidamente nos reciben los padres de mi amiga, quienes son personas maravillosas, y la madre de ella con sus dulces me ha conquistado. Desde el primer día que los vi, deseé haber tenido unos padres similares, pero la vida a veces tiene otros planes muy distintos a lo que deseamos.

Nada más entrar a su cuarto reviso mi móvil, y veo varias llamadas perdidas, y muchos mensajes de mi papá.

Decido llamarlo, y nada más descolgar el teléfono, me pega una gran bronca. Yo espero con la paciencia que me falta, a que termine de hablar, le pido permiso para que darme de nuevo en cada de April, digo de nuevo porque le dije que ayer me quede en su casa.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora