Serendipia

Capítulo 19

~Editado~

Nota:

Escuchen la canción de multimedia en cuanto vean •••, los hará entrar más a la historia.

Disfruten✨

~~~

—Entonces, ¿Vas a faltar mañana a la escuela?—cuestiona April.

—Pues claro, prometí acompañarlo, y si él se siente listo para ir mañana, iremos mañana—es mi respuesta.

Estamos hablando por el móvil, y explicando un poco la situación de Joshua a mi amiga.

El me pidió ir mañana, y como le dije a April, si él está preparado para esto, no me puedo negar.

Así que, acepté.

—Bueno… está bien, espero que todo vaya bien.

—Yo también.

—Es que no me puedo imaginar lo que se sentiría estar en su situación—comenta, y yo niego con la cabeza, a pesar de estar consciente, que no me puede ver.

—Yo tampoco puedo imaginarlo; debe ser fatal.

—¿Y que serán de sus padres? Porque el día que tú fuiste a su casa, ellos no estaban ¿verdad?

—April, todo lo que yo te diga, no se lo puedes contar a nadie ¿ok?

—Por supuesto que no, puedes confiar en mí.

—Sus papás fallecieron, lo que no se bien que fue lo que sucedió—explico—. Y tampoco quiero ahondar en el tema, le hace daño a Joshua.

April suspira.

—Pobre, yo pensando que era un estúpido, que no tenía ningún problema, salvo que sus papás, no le dieran el dinero del mes.

—Lo sé, yo también lo pensé, no te preocupes. Es algo normal del ser humano juzgar sin todavía conocer a las personas.

Se queda un tiempo en silencio.

—Tienes razón…Y pensar que ahora te gusta—dice comenzando a molestar de nuevo con eso.

—Bueno, nos vemos después—me despido.

—Claro, despídete para no tener que hablar de eso—dice riendo—. Adiós, y sueña con Joshua.

Rio junto con ella.

—Pesada—digo divertida.

—Yo también te quiero—dice y cuelga.

Es un poco intensa, pero así la quiero.

Me levanto de la cama, y voy en busca de un refrigerio nocturno.

Está haciendo una noche bastante húmeda, ya que llueve bastante a cada rato.

Voy hasta la cocina, y me sirvo un poco de helado de chocolate, y un pomo de agua.

Casi siempre me da bastante hambre por la noche.

Y justo cuando voy a salir de la cocina, tropiezo con Yanet.

—Hola cariño—dice con fingido cariño.

La miro con cara de pocos amigos.

—Mi papá no está aquí, así que deja de fingir, me dan ganas de vomitar.

Ella hace una mueca con la boca.

—El sábado tienes trabajo…te pudiste escapar el pasado, pero este no.