Capítulo 26

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⚠️Capítulo sensible.⚠️

Me acomodo mejor en el pecho de Joshua, y sigo observando las estrellas, las cuales no sabía que me llegarían a fascinar tanto.

Todo gracias al chico a mi lado.

Joshua ha estado todo el tiempo hablándome sobre las estrellas, y lo mucho que ha aprendido sobre ellas. Su voz, cuando habla de algo que le gusta, me tiene maravillada porque se siente tan bien; que no lo interrumpo.

-Vale; tengo la boca seca-informa y yo rio. Es cierto que no ha parado de hablar en ningún momento, pero eso me gusta.

Levanto mi cabeza y observo su rostro detenidamente.

-¿Sabes? - él me presta atención, observandome con sus orbes verdes-. Tienes estrellas en las mejillas.

Me mira sin entender ni basura de lo que dije. Me rio.

-Tus pecas-aclaro-. Son muchos puntos y son lindos, iguales que ellas.

Ay dios; no puedo creer que dije eso. No sabía que era tan cursi.

Siento mi cara caliente, y me levanto escondiendo mi rostro entre las manos.

-Que bueno que te gusten-dice entre risas, por mi vergüenza- No te debería dar vergüenza decir esas cosas. A mí me gustan.

Destapo mi rostro y veo la pequeña sonrisa que surca en su rostro.

-Es que no puedo creer que yo; Alex, haya dicho eso.

-Yo tampoco, pero si, salieron de tu boca esas palabras-dice y sin darme tiempo a hablar posa su boca sobre la mía.

Nos quedamos bastante tiempo solo besándonos lentamente, sin apuros, sin miedo, solo con mucho sentimiento que debería aterrarme, pero trato de no pensar en el mañana.

Nos separamos y esta vez nos quedamos sentados en forma de indio. Ya son las cuatro de la mañana, pero no tengo deseos de dejar este lugar, ni Joshua. Este se siente como el lugar seguro para nosotros y quiero disfrutarlo un poco más.

-Alex-me llama-. confío en ti, lo sabes, ¿verdad?

Yo asiento con un poco de dolor. El confía en mí, pero yo, no es que no lo haga; sino que no puedo contarle nada a nadie.

-Entonces, ya no tiene caso omitir mi historia-dice y mi corazón se detiene por un segundo. ¿En serio va contarme? -. No es fácil hacerlo, pero quiero decírtela a ti.

Siento mis manos sudar un poco, y me las paso por el pantalón.

-Vale.

-Por lo que has visto, tengo bastante dinero-comienza y le presto toda mi atención- Todo era de mi padre; luchó contra el mundo y logró hacerse de una empresa. Se convirtió en alguien importante; seguro habrás escuchado del magnate Thomas Brown ¿cierto? -cuestiona y mi boca se abre de la sorpresa.

Ese hombre fue muy importante en esta ciudad y en millones de países. Se lloró bastante su muerte, fue un empresario-por lo que dicen los comentarios- de los buenos.

Yo asiento, ya entendiendo como él tiene tanto dinero.

-Bueno, ese era mi padre. Ese hombre que salía en revistas, televisión, radio; en fin, por todos lados. Esa era la parte que todos conocían de él; pero había otra, que, desconocían. Como dicen; todas las personas tienen una parte que no lo muestran a nadie; como la Luna.

«En nuestro caso; él nos enseñó su parte más mala. Cuando tenía siete años creo; venía del colegio y nada más abrir la puerta, sentí gritos que provenían de la cocina. Me acuerdo como si fuera hoy; corrí y la imagen que me encontré fue devastadora. No quiero entrar en detalles, porque me duelen.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2021 ⏰

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