Serendipia

Capítulo 8

~Editado~

Me levanto asustada porque siento un ruido, y es mi móvil sonando a mi lado.

Me fijo en la llamada y es Yanet; hoy es sábado así que estoy consciente del porqué de esta llamada.

—Dime —le digo nada más descolgar la llamada.

—¿Cuándo piensas venir? —pregunta hostil.

—Ya voy para allá —respondo con voz cansada en lo que me levanto de la cama de April; la cual, por cierto, no está aquí.

—Te quiero ya aquí —exige.

—Uhm.

—Sabes lo que puede pasar si me desobedeces.

—Si—digo bien alto—. Ahora cuelga o claro que me voy a demorar.

Ella cuelga la llamada y yo trato de calmarme.

Esta mujer es una víbora;no sécómo nadie se da cuenta.

Me peino un poco y me pongo la misma ropa con que vine ayer aquí.

Bajo las escaleras de casa de April y me la encuentro viendo televisor.

—Hola—saluda con voz apagada.

—¿Cómo estás? —pregunto llegando hacia ella.

—Me veo como un muerto viviente y me siento como uno—responde y río.

—¿Y cómo se siente un muerto viviente?

—No lo sé, pero se debe sentir como yo en estos momentos.

—Pobrecita—me burlo y ella me da por primera vez una mirada fulminante.

O el intento de una; se ve graciosa.

—No te burles —farfulla—. En serio me siento mal.

—Okey lo siento— me disculpo todavía riendo un poco — ¿Es tu primera borrachera?

—Si — responde, y me sorprende un poco; ya que me dijo una vez que le gustaba experimentar nuevas cosas—. Sé que es algo raro que mi primera borrachera fuera ahora, pero es así.

—Si es raro, pero es lo que te hace única, no sigues los pasos de nadie; eres alguien libre,y espero que siempre sea así,que nadie nunca corte tus alas.

Mientras doy mi pequeño discurso, ella me observa en todo momento concentrada en mis palabras.

—Gracias por decirme esto,es la primera vez que me dices palabras tan bonitas, me alegra mucho—me dice y me jala del brazo para darme un abrazo que amenaza con asfixiarse.

—Eh ... ya para que me asfixias —me quejo riendo.

Ella me suelta y se ríe conmigo.

—Gracias por ser mi amiga—me dice.

—Gracias a ti por ser la mía —agrego yo, y lo digo sinceramente.

—Y las amigas si no molestaran no fueran amigas en verdad ¿cierto? —cuestiono, y ella me da una mirada interrogante.

—¿Con que me vas a molestar? —cuestiona confundida, parece que será una borracha olvidadiza.

—¿No recuerdas lo que sucedió anoche?

Ella niega con la cabeza, y definitivamente me tengo que reír. Se va a morir de la vergüenza.

~~~

—¿Qué haces? Apresúrate—me agita Yanet.

Hace media hora llegué a casa, y ahora estamos caminando hasta el lugar donde nos encontraremos con el ser que más odio en esta tierra junto con Yanet.

Seguimos caminando unas cuadras más hasta que lo vemos; ahí parado con su traje perfectamente arreglado, y esa cara de superioridad que presenta siempre.

Se llama Bruno;es un hombre de cuarenta años más o menos, y es una de mis peores pesadillas.

Nos acercamos y me da una sonrisa, la cual me da deseos de vomitar.

—Hola hermosa —saluda y me da un beso en la comisura derecha del labio.

No le respondo y Yanet me asesina con la mirada.

—Saluda cariño—me ordena.

Los miro y con mi mayor sonrisa fingida lo saludo.

Después de eso caminamos hacia una bodega abandonada y entramos...

~~~

Las lágrimas recorren mis mejillas, y mis sollozos se hacen cada vez más fuertes.

Como puedo me levanto de la acera en donde, hace una hora estoy sentada y me ordeno tranquilizarme.

Aunque eso es muy difícil en la situación que me encuentro.

Estoy desaliñada, mi ropa está rota, mi cara es un desastre, pero lo peor es como me siento por dentro; me siento humillada, me siento asqueada, me siento rota.

No lo siento, lo estoy.

Busco el móvil, busco el contacto de April, y la llamo.

Suena el timbre; una…, dos…, tres veces hasta que lo coge.

—¿Alex?—pregunta extrañada.

Son las nueve de la noche, y yo nunca la llamo; ella es siempre la que lo hace, para como ella lo dice; chismear.

—¿Estas bien?—pregunta ya que no le respondo.

Y eso hace que me quiebre un poco más.

—Por favor ¿puedes venir? —susurro en medio de sollozos.

—Alex escúchame—pide preocupada— ¿Estás ahí?

—Si —respondo como puedo.

—Vamos a hacer esto; tú me vas a decir en donde estas, y yo te iré a buscar—informa, y eso me pone un poquito feliz; ya no me siento tan sola — ¿Me estas escuchando?

—Si-i.

—Mientras tanto quédate quieta, que ya llegamos.

Cuelga, e inmediatamente comienzo con dedos temblorosos, a escribirle en un mensaje la dirección de donde me encuentro.

Estoy tan mal que no analicé las palabras de April antes de colgar el teléfono.

Me dijo que ya llegaban, en plural, eso quiere decir que estaba con alguien más.

Y lo confirmo cuando veo un auto desconocido estacionarse justo enfrente de mí.

April baja del asiento trasero y corriendo llega hasta mí, y me abraza rápidamente.

Yo le devuelvo el abrazo, y por primera vez con ella dejo caer uno de los muros que he elevado, para que no puedan dañarme tan fácilmente. Me permito ser la adolescente frágil, la chica que sufre, y que siente mucho dolor por dentro.

Lloro en sus brazos, y ella me sostiene bien fuerte; me transmite seguridad, amor. Me da una promesa silenciosa de que siempre va a está ahí para mí.

Siento como si fuera mi otra mitad, en términos de amigos. Porque siempre se ha hablado de que el amor de tu vida sería tu otra mitad.

Y como existe ese término, también está la otra mitad en amigos. April es la mía.

Después de lo que fueron quince minutos liberadores nos separamos.

Observo por encima de hombro de mi amiga, y al primero que veo es a Kevin; quien me está observando y me sonríe.

Miro detrás de él y veo al chico que hace acelerarse a mi corazón: Joshua.

Doble actualización 💕

Este capítulo es dedicado a @taimilopez,la que siempre ha estado en todo momento importante;hermosa eres mi April ,te amo ,y gracias por haberme motivado a comenzar esta historia ♡