Serendipia

Capítulo 4

~Editado~

Cuatro años antes...

Estoy en mi habitación haciendo los deberes de la escuela, y alguien llama en la puerta.

—Pasa—digo

Abren la puerta y me encuentro a papá.

—Hola cariño.

—Hola papi.

—Tengo algo que enseñarles a ti, y a tu hermano ¿puedes bajar un momento? —pregunta y yo asiento.

Lo sigo hasta la sala de estar, donde me encuentro a Rehtt y a una mujer preciosa, es una rubia de esas de revista.

Wao, es una belleza.

—Niños esta es Yanet—la presenta—. Y será su nueva mamá—, y eso fue como si me cayera un balde de agua fría en la cabeza.

Como mi papá se buscó un remplazo de mamá tan rápido.

Y como pretende que nosotros lo aceptemos.

Mi hermano y yo discutimos con él, pero de nada sirvió.

Nada lo hizo cambiar de idea...

~~~

—Tierra llamando a Alex—habla April a mi lado.

—Dime.

—¿Estas bien? —pregunta preocupada.

—Ya te dije que estoy bien, solo tengo sueño—miento.

—No te creo, pero te voy a dejar en paz—dice resignada—, pero sabes que estoy aquí para ti.

—Gracias —le agradezco sinceramente, es súper buena amiga, y está para mí, a pesar de que yo no le digo casi nada de mi vida.

Ahora estamos en el comedor;ya es la hora de almuerzo.

Estaba echando una siesta porque el fin de semana estuve sin pegar ojo en las noches por culpa de Yanet,me hizo hacer sus trabajos sucios, y no me dejó descansar.

Y ahora me encuentro con unas ojeras más grande que el océano Pacífico—y no es exageración —. Estoy muerta del cansancio y para rematar hoy empieza el castigo del director.

Hoy no he visto al estúpido, y ojalá ni venga, prefiero limpiar sola el instituto, a hacerlo acompañada por él.

Pero por desgracia, yo no tengo buena suerte, y lo veo caminando por todo el comedor con su sonrisa de arrogante, como diciendo que todos están a sus a pies.

Y en eso no se equivoca, porque todos babean por él; las chicas le coquetean, y los chicos quisieran ser como él.

Todavía no entiendo que tiene de especial, pero es que los chicos de aquí son tontos.
~~~

—Tu eres tonto, ¿o te haces?—le pregunto a Joshua.

Ya acabaron las clases y estamos limpiando el comedor, o eso yo estoy haciendo, porque el inútil a mi lado está arrojando más basura al suelo.

—Vive el momento amargada—dice burlón, y tengo ganas de darle un manotazo.

—Amargado tu culo —gruño—. Estoy limpiando, así que hazme el favor de no ensuciar más, sino quieres que esa cara perfecta se arruine.

—Okey ,okey —acepta levantando las manos rindiéndose —. Vamos a hacer una tregua—anuncia.

—¿Para?