Varasloth pudo sentir como una cantidad inmensurable de poder descendía sobre su ser rápidamente. No obstante el poder no ingresaba en su cuerpo, ni lo reforzaba, tampoco aumentaba su capacidad de mana o realizaba alguna modificación sustancial en su cuerpo.
Toda esa energía incompresible que lo envolvía se concentraba eficientemente en inscribir una pequeña y casi invisible marca en el alma de Varasloth.
La manipulación del alma de cualquier persona siempre sería materia de cuidado. En el normal de los supuestos Varasloth no habría permitido jamás que se le realizase marca alguna por los peligros potenciales que ello conllevaba, los cuáles entendía perfectamente mejor que muchas otras personas. Inclusive él mismo conocía varias formas de esclavitud mágica y muchas de ellas implicaban marcas en el alma.
Más de la explicación a regañadientes por parte de Kolacris lo hizo cambiar de opinión. La bendición en cuestión cumplía una función principal muy sencilla y una secundaria con efectos menores pero variados.
La función principal consistía en la manifestación del poder del ser divino que realizaba la bendición. Un claro ejemplo a gran escala sería la misma competencia en la que se encontraba. El título de Heraldo de La Noche Eterna no era otra cosa que una batalla por la bendición de La Noche Eterna. Sin embargo, la bendición por parte de Kolacris y la bendición ofrecida por La Noche Eterna mantenían una abismal diferencia, como la de un infante con un adulto.
Kolacris no era ni siquiera formalmente un ser divino, por lo que su bendición no podía compararse al premio de la presente selección, más cumplía con la finalidad principal y lo más importante, no presentaba limitaciones para con Varasloth. Pues era ingenuo pensar que La Noche Eterna daría su bendición sin límites ni responsabilidades. El título de Heraldo también incluía la representación de la voluntad de La Noche Eterna, pero en el caso de Kolacris, no existían obligación alguna asignada. Varasloth era libre.
El proceso no duró mucho y finalmente Varasloth en su mundo interior pudo observar con detalle la marca realizada. Esta tenía la forma de una estrella o destello, era dorada y brillaba constantemente.
Con ella, de acuerdo con lo explicado por Kolacris, Varasloth recibiría principalmente una mayor afinidad con el elemento representativo de la dragona, es decir la luz. Y, asimismo, podría invocar parcialmente la fuerza de esta en determinadas circunstancias y con el debido abastecimiento de mana equivalente.
Los beneficios secundarios consistirían en el reconocimiento por parte de su raza al sentir la bendición y la progresiva purificación de su sangre draconiana.
De todos los beneficios presentados, Varasloth consideraba relativamente inútiles todos menos uno. La potenciación de su afinidad con la luz, pues si bien Varasloth en razón a las incontables líneas sanguíneas que residían en su milagroso cuerpo no poseía limitación alguna con las afinidades elementales, ello no significaba que algunas fueran más fuertes que otras. Un claro ejemplo era su afinidad con el elemento luz, dada la curiosa creación de Varasloth, su definición como ser y su desarrollo emocional, mental y psicológico, la afinidad con la oscuridad era su principal fuerte.
Esto era algo que incluso La Tercera Sombra había reconocido y corroborado como requisito para el ingreso a la selección. En ese sentido, el problema radicaba en la constante dualidad y oposición de elementos. Mientras más avanzada la comprensión de un elemento se diera, era común que la naturaleza del elemento terminara afectando la personalidad y carácter del usuario. Los dragones dorados eran un perfecto ejemplo de la posibilidad de maestría alcanzable de concurrir una naturaleza pura con un elemento afín. De igual manera, los seres con afinidad oscura usualmente poseían mentes retorcidas y peligrosas, o en el mejor de los casos, simplemente frías y sin emociones.
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El Heraldo Del Conocimiento
Fantasía¿Quién esperaría que la más grande sombra de los tiempos se escondiese a plena vista, a los pies del faro que ilumina las edades? La ciudad sagrada de Searyn, capital del Imperio Saeriano, se alza en los cielos, resplandeciendo con el brillo de su g...