20.- Manifestación del Concepto de Antaño

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Emerson miraba furiosamente a Varasloth, la emboscada se había presentado en el peor momento.

Las contramedidas de Optal, pese a las precauciones que había tomado, le habían ocasionado severas heridas.

Sin embargo, la pesada armadura que ahora portaba, si bien le ofrecía una impresionante defensa, lo limitaba en gran medida para poder contraatacar al inesperado enemigo.

Por lo que el sapo hábilmente eligió la opción más lógica y sin tener apego a la dignidad que su estirpe representaba, salió trotando con relativa velocidad hacia los bosques intentando activar las trampas y alarmas que junto a Optal había instalado.

Sus poderosas piernas no eran un juego, incluso con la pesada armadura limitándolo, podía moverse con parcial agilidad.

Más para su horror advirtió que Varasloth podía seguirlo con total tranquilidad.

El demonio rápidamente avanzó contra el sapo profiriéndole una potente patada en la cabeza, sin embargo, gracias a la reacción de sus poderosas piernas Emerson pudo velozmente agacharse logrando esquivar el golpe.

No obstante, inmediatamente sintió por sus hombros y cuello un agudo dolor que se expandía por su interior con velocidad.

Tres filosas colas como dagas feroces se habían incrustado en las pequeñas aberturas que la armadura presentaba en sus hombros y cuello, manufacturadas para facilitar su movilización y flexibilidad.

Varasloth rápidamente posicionó firmemente sus pies sobre el suelo como un ancla, giró bruscamente con fuerza y lanzó como si de una caña de pescar se tratase a Emerson contra la dirección opuesta.

El anfibio salió disparado de nuevo hasta chocar contra otro de los grandes árboles.

—Ven, ven, sapito, solo quiero ver tus ojos más de cerca.— dijo sonriendo maquiavélicamente Varasloth.

Un sudor frío recorrió la espalda de Emerson, por un momento comprendió que quizás la muerte, no era el peor destino que la fatídica situación le podía ofrecer.

El anfibio intentó nuevamente escapar, pero fue fácilmente atrapado por Varasloth y sin mayor demora, el demonio arrancó con precisión quirúrgica los ojos del representante de La Primera Sombra.

No había necesidad de ser cordial, su enemistad con dicha facción estaba predestinada desde el momento en que ingresó a la bóveda y rescató a Merua y Kolacris.

Emerson aullando de dolor ante la desgarradora pérdida de sus dos más preciadas armas y sin visión alguna empezó a divagar furiosamente por el bosque devastando todo a su paso, aunque para el demonio carecía de importancia.

Varasloth apareció en un segundo detrás suyo y empezó a proferir una infinidad de golpes como si de una metralleta se tratase. Al cabo de unos instantes, Emerson cayó inconsciente.

Sin perder más tiempo, Varasloth empezó a retirarle la pesada armadura para finalmente con sus filosas garras perforar el estomago del sapo, el cual para su sorpresa empezó a succionar todo a su alrededor como si de un agujero negro se tratase.

Varasloth entró rápidamente en posición cuadrúpeda y se aferró al suelo junto con sus colas, las cuales servían como anclas, logrando resistir la fuerza que intentaba atraerlo. El demonio se preparó para lo que pudiese ocurrir, cuando de repente la atracción cesó y en un efecto contrario, explotó.

El cuerpo de Emerson reventó de una forma muy grotesca y de sus restos, diferentes artefactos brotaron, entre ellos el anillo negro de Nina. Varsloth rápidamente recogió todos los artículos y los guardó en El Plano Púrpura para regresar a donde se encontraba Nina y Optal.

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