El Heraldo Del Conocimiento

7.- Efímeros e infructíferos sueños

Cuando Kai logró recuperar la conciencia, pudo advertir que se encontraba enterrado en el suelo, solo su cabeza sobresalía permitiéndole respirar y ver hacia adelante.

Sin embargo, su respiración se tranquilizó al evaluar la condición de su cuerpo y advertir que sus heridas se encontraban cerradas y su condiciona era estable, deplorable, pero estable.

Frente a él el cadáver de una gran bestia de aspecto felino yacía muerta, la sangre fluía del cuerpo de la bestia lentamente, evidenciado que esta había sido asesinada hace algunas horas.

—¿Hola? ¿HAY ALGUIEN AHÍ? —, decidió preguntar Kai, no ganaba nada permaneciendo enterrado y no tenía la fuerza necesaria para escapar.

Pero solo el silencio le respondió.

Pasaron varias horas hasta que Varasloth regreso tarareando, en su espalda cargaba la piel de una bestia, la cual parecía carecer de bello o escamas.

—Oye! Sácame de aquí para que podamos hablar. —, exigió Kai enfurecido por la espera.

Varasloth hizo oídos sordos a las quejas y exigencias del dragón, y empezó habilidosamente a cortar y limpiar la piel de la bestia.

Al terminar, con sus filosas uñas empezó a cortar un rectángulo de la piel para separarla y colgarla en la rama de un árbol.

Luego levantó las manos y empezó a emitir calor hábilmente controlado con la evidente finalidad de secar y solidificar la piel.

Las quejas de Kai fueron brutalmente interrumpidas al caer su quijada al suelo.

—Magia sin encantamientos!!! IMPOSIBLE! —, exclamó terroríficamente sorprendido.

—No eres un dragón, tu linaje draconiano es extremadamente débil, no puedes haber heredado la habilidad de utilizar magia original. ¿Quién eres?—, exigió Kai desesperado.

La situación había dado una vuelta de ciento ochenta grados, la importancia y urgencia de la situación había superado en creces la información obtenida y el plan para con la bóveda de La Primer Sombra.

Y lo peor, era claro que Varasloth no comprendía la gravedad de la situación.

La magia original era un legado exclusivo de la raza de los dragones, pero ello no implicaba que cualquier dragón pudiese utilizarla. Solo los más puros de los linajes y jóvenes prodigios podían dominarla.

Kai solo había visto a algunos ancianos de su clan utilizarla y al descendiente directo de La Quinta Sombra, quien era un joven prodigio reconocido mundialmente y su eterno rival.

El hecho de concebir que un híbrido con un linaje pobre pudiese utilizar con habilidad la magia original, significaba un gran golpe para la raza de los dragones, la cual siempre se había enorgullecido de la pureza de su linaje y mantenía su sociedad en base a la jerarquía sanguínea.

Y por lo que tenía entendido, todas Las Sombras presenciaban y observaban la prueba que transcurría en este momento, era claro que La Quinta Sombra ya había tomado conocimiento del híbrido y sus habilidades.

Era muy probable, que La Quinta Sombra lo exigiese o negociase su muerte al terminar la prueba, así como era poco considerable que La Sombra que lo presentase entrase en guerra con La Quinta solo para proteger a un híbrido, su única oportunidad era ganar el título del Heraldo de La Noche Eterna y conseguir su protección. Solo entonces La Quinta Sombra no se atrevería a ponerle un dedo encima, lo que era poco probable siendo sinceros. Esto significaba que el híbrido tenía su destino sellado desde ahora, él moriría.

Pero mientras las pruebas culminasen, Las Sombras tenían prohibido intervenir. Lo que retraía el mar de pensamientos e ideas que rondaban por su cabeza y desembocaban en la situación actual, Kai era rehén del híbrido y su vida dependía de su utilidad.