INFIERNO CELESTIAL

16 - CON IGUAL INTENSIDAD

..Al mismo tiempo en la casa de Dante...

Alice había ido a cenar y se quedó a dormir con el dueño del restaurante, ambos estaban disfrutando a pleno la nueva oportunidad que tenían de estar juntos y se demostraban sin ningún pudor su amor.

Ya era de madrugada y ambos estaban durmiendo.

De pronto los dos se despertaron exaltados y cubiertos de sudor sentándose en la cama de forma brusca, se miraron a los ojos demostrando un terrible temor.

Los ojos de la mujer se inundaron y el joven respiró hondamente envolviéndola en sus brazos.

-¡No, no, no, no...!- repetía la dueña de la tienda de antigüedades -Yo aún conservaba una pequeña esperanza, pero...- susurraba mientras que algunas lágrimas lentamente recorrían sus mejillas.

-Lo sé mi amor- apenas contestaba él.

Aly se levantó, se colocó una bata que estaba en un perchero cerca de la cama y se paró frente al ventanal de la habitación mirando el cielo con la tempestuosa noche que contenía relámpagos y truenos que se hacían notar.

Él también se incorporó y luego de colocarse un pantalón pijama llegó hasta donde estaba ella y la abrazó por detrás apoyando su mentón en el hombro de ella.

-¿Qué haremos ahora?- decía mortificada -Hemos fallado en nuestra misión de protegerla y ayudarla- se recriminaba a sí misma.

-Sabes que eso no es cierto...- contestó sin dejar de rodear con sus brazos la femenina cintura -Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance pero sabíamos que esto era inevitable y es apenas el inicio-

-Parece que ya eligió de qué lado estar...- angustiada.

-No te apresures, no creo que sea tan sencillo... por lo que he visto y sentido, creo que los ama a ambos- mirando el paisaje nocturno sin dejar de abrazarla.

-No se puede amar a dos personas de igual forma- refutó dándose vuelta y mirándolo.

-No de igual forma, pero sí con igual intensidad- le contestó con dulzura –Sobre todo ella que está tan dividida que pareciera que tiene dos corazones-

Ambos suspiraron profundamente mientras veían cómo el cielo dejaba de ser tormentoso para volver a estar estrellado.

...Varias horas después cuando estaba empezando a amanecer...

Trinity despertó y miró a su alrededor, entonces recordó donde estaba, con quién y lo que había hecho la noche anterior.

Sintió felicidad, su corazón estaba seguro del amor por ese joven y mucha culpa al mismo tiempo, sabía que ir a buscarlo y hacer el amor con Alex estaba mal, muy mal... mejor dicho, peor que muy mal...ella había provocado que un ángel puro, un ser superior de primera clase cometiera pecado y eso seguramente traería graves consecuencias.

Lo observó con detenimiento y ternura, delineando el contorno del masculino rostro con sus ojos, luego con todo el cuidado se levantó y se vistió tratando de hacer el menor ruido posible.

El chico continuaba profundamente dormido.

Se inclinó y suavemente depositó un dulce beso en su frente.

En ese momento su mente y sus sentimientos estaban por demás enmarañados; no sólo por el ser superior, sino también por el inferior, sentía que lo había traicionado.

Salió de la habitación sin que el chico se diera cuenta y caminó por largo tiempo por las calles sin rumbo fijo.

Sus reflexiones estaban en lo que había ocurrido horas antes y sin que ella se lo propusiera pensaba en Max, sentía que estaba en falta con él, como alguien que es infiel.