INFIERNO CELESTIAL

13 - PRIMERAS VECES

...Cierta noche en la tienda de antigüedades...

Ya era tarde en la noche y Triny estaba sola, Alice había salido a cenar con Dante y aunque la invitaron, la chica prefirió quedarse en casa.

No tenía deseos de salir y tampoco quería estar entrometida en esa linda relación que ella había notado que estaba comenzando a florecer.

Terminó de ordenar la tienda y sacó un par de bolsas de basura por una puerta trasera que daba a una pequeña calle mal iluminada que parecía ser un lúgubre callejón.

Ella no sentía miedo, jamás lo había tenido, es más, ni siquiera pensaba en que ese lugar de noche podía llegar a ser la zona de reunión de algunos drogadictos y maleantes.

Cuando estaba colocando las negras bolsas dentro de un enorme contenedor, notó algunas sombras que se movían a sus espaldas.

Sonrió siniestramente, cómo si algo divertido y terrorífico a la vez estuviera por suceder.

Se dio vuelta y vio a tres hombres jóvenes, su aura era oscura y claramente notó que eran seres inferiores pero no le daban miedo, todo lo contrario, no eran como el que ella conocía, éstos definitivamente no eran nada poderosos.

-Pero miren que niña más linda nos hemos encontrado- dijo uno de ellos en tono de burla.

-Parece que podremos divertirnos un rato- agregó otro sonriendo perversamente.

-Les daré un consejo- les dijo ella mirándolos firmemente y sonriendo de una forma temible -Vuelvan por donde vinieron-

Los tres seres se miraron entre sí y largaron sus carcajadas.

-Asique eres muy valiente ¿No?- dijo el que había estado en silencio -Pero niña... ¿No te das cuenta del peligro que corres?-

Los ojos de los tres hombres se tornaron totalmente negros y una de las pocas luces que estaba encendida se apagó haciendo el escenario más intimidante para cualquiera, para cualquier ser humano, pero no para ella.

Caminaron lentamente hasta quedar frente a la joven y las uñas de sus manos crecieron varios centímetros.

Trinity continuaba parada imperturbablemente y esbozó una sonrisa de lado que hizo que esos tres la miraran sorprendidos.

-¿Cómo puede ser que viéndonos así no estés horrorizada?- preguntó uno de ellos incomodado.

-Si aún no se han dado cuenta de lo que puedo hacer, significa que ustedes en realidad son de clase muy baja, no deben tener algún poder decente- contestó ella luego de dar una suave y siniestra risa.

Los ojos de la universitaria comenzaron a brillar, el derecho se tornó celeste y el izquierdo rojo.

Los tres abrieron sus ojos como platos y se paralizaron, definitivamente no habían percibido nada extraño en esa chica.

Al parecer no tenía ningún poder, sin embargo ahora se daban cuenta de que ella no era un ser humano común y corriente, es más, nunca habían visto o sentido un poder semejante.

Dieron un par de pasos hacia atrás sin dejar de mirarla pero sus pies parecieron anclarse al suelo, quisieron convertirse en sombras, pero cuando apenas lo intentaron, algo se los impidió.

-¿Ya no quieren jugar conmigo?- preguntó ella sonriendo malévolamente.

Levantó su dedo índice y apenas lo movió, eso hizo que los tres seres quedaran levantados en el aire sin siquiera tener la oportunidad de defenderse o escapar.

Volvió a mover el dedo y los cuerpos de esos seres fueron lanzados fuertemente contra una de las paredes de ladrillo y quedaron tirados en el suelo muy golpeados.