30 - FINAL Y COMIENZO

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...Permaneciendo en la pradera...

De los ojos de Trinity no paraban de caer lágrimas, pero su aterradora sonrisa perpetuaba.

-Mi sueño... estaba equivocada...- balbuceó.


-¿De qué... hablas?- preguntó con amargura y miedo el ángel blanco.

-Creí que yo... trataba de separarlos, pero en realidad... ustedes intentaban frenarme a mí-

Maxwell y Alexander se miraron entre sí y supieron que ambos estaban sintiendo el mismo dolor por ver a la mujer que amaban en ese estado y temiendo que ocurriera algo que no pudieran frenar, lo que menos deseaban era tener una batalla contra ella, pero al parecer no había otra opción.

Las auras de los tres estaban claramente presentes en el aire y luchaban por demostrar cuál era la más poderosa.

Los ojos del ser superior se volvieron de un celeste pálido casi blanco, mientras que los del ser inferior se hicieron con su rojo oscuro y brillante, también sus cabellos crecieron en blanco y negro respectivamente, aunque se notaba en ambos que no poseían la fuerza de hacía unos años atrás.

En el campo, Dante continuaba medio adormilado y adolorido mientras que el ángel y el demonio trataban de encontrar una manera para derrotar los poderes de la chica sin hacerle gran daño.

La expresión de Tiny demostraba que había dejado de ser ella, su mirada vacía y su sonrisa maligna hacían parecer como si su alma la hubiera abandonado y en su lugar, el conflicto de sus personalidades luchaba por ganar.

Sostenía sus brazos estirados a cada lado, mirando a uno y otro ser sin que el lento llanto dejara de caer.

De pronto de sus manos lanzó unas esferas de energía de poder increíble.

A su derecha estaba Alex que recibió directamente en su pecho el impacto de esa extraña bola negra, a su izquierda se situaba Max que corrió con la misma suerte, pero el poder recibido era blanco.

Después de un momento que les pareció eterno, pudieron levantarse y se notó en ellos lo seriamente lastimados que se encontraban, entonces ambos la golpearon con sus habilidades.

El ser inferior le envió miles de lo que parecían ser pequeños discos hechos de humo oscuro y al mismo tiempo el ser superior libró cientos y cientos de plumas blancas, ambos lograron lastimarla lo suficiente como para que ella se arrodille de dolor.

...Mientras tanto en la casa...

Dentro, Alice estaba con los gemelos tratando de calmar sus llantos junto a Thomas que había llegado momentos antes con los otros dos.

Los primos se encontraban cuidando a los bebés y con sólo mirarse se entendieron, Aly tomó a los pequeños y el joven buscó con rapidez al par de ancianos que allí vivían.

Subieron a todos en el vehículo de la mujer y trataron de alejarse lo más que podían de ese lugar.

La anticuaria deseaba correr a la pradera para ayudar a contener a la joven, pero sabía que su prioridad era la seguridad de los pequeños, asique sin dudarlo se fue sin mirar atrás.

...A sólo un par de kilómetros de allí continuaba la batalla...

Tanto la chica como los dos jóvenes luchaban sin el máximo de sus poderes, en verdad estaban haciendo algo que no querían pero debían y eso lo demostraban en sus rostros con amargura y un sufrimiento que era más emocional que físico.

Los que alguna vez fueron rivales y ahora se consideraban más que amigos, se miraron entre sí y entendieron que la única forma de frenarla sería atacándola a la vez para debilitarla hasta que se desmayara y pudieran los seres del balance realizar un fuerte hechizo que sellara sus poderes.

INFIERNO CELESTIALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora