...Varios días después...
Maxwell sintió una punzada en su pecho, no podía explicárselo a sí mismo, pero una profunda angustia lo invadía y sabía que tenía relación con esa chica que había logrado hacerle poseer sentimientos verdaderos.
Sin pensarlo se dirigió a la tienda de antigüedades, al llegar notó que ésta estaba cerrada lo cual era extraño a esa hora del día.
Parado en la vereda y mirando hacia al departamento del piso superior, sacó su móvil y llamó, del otro lado nadie contestaba.
Caminó por el callejón lateral y trató de entrar por la puerta que se encontraba al lado del contenedor de basura, pero estaba tan cerrada como la principal.
Continuó llamando varias veces al número de Trinity, pero siempre escuchaba el contestador, era claro que su teléfono estaba apagado, luego lo intentó con el de Alice, sin embargo obtuvo la misma respuesta.
Se inclinó un poco como tomando impulso y dio un salto que para una persona normal sería imposible, en cambio, él aterrizó en el balcón del departamento de las mujeres.
En ese momento notó que el ventanal se encontraba abierto y se alarmó, el hecho de que le hubiera ocurrido algo a esa chica le hacía cortar la respiración, pero le extrañaba no haber percibido peligro.
Definitivamente no sería un robo común y corriente puesto que un simple humano hubiera entrado por alguna de las puertas ya que no tenían forma de llegar al palco como él lo había hecho, además, con las habilidades de Aly y Triny no correrían peligro si ese hubiera sido el caso; también recordó las visitas que habían tenido él y el ángel lo que hizo que se inquiete aún más.
Entró al living con suma lentitud observando a su alrededor y sintió un aura conocida lo que lo hizo respirar profundamente como si esa presencia le otorgara tranquilidad.
Desde una de las habitaciones salió Alex con una expresión en su rostro que demostraba tanta preocupación como el ser inferior.
-¿Estás aquí?- apenas dijo sin ánimos.
-Acabo de llegar ¿dónde está Tiny? No puedo sentir su presencia- contestó el demonio a la vez que preguntaba y explicaba impaciente.
-Bueno- respondió el ser superior después de suspirar -Yo estoy en la misma situación que tú, llegué hace unos minutos y no puedo sentirla-
-Tampoco hay rastros de Alice- agregó afirmando el ser inferior mientras observaba con atención la habitación y caminada como un león enjaulado.
El otro negó con la cabeza y agachó la mirada tratando de esconder sus ojos que ya estaban vidriosos.
-Aquí no lograremos nada, iré a ver a Dante Williams- determinado dijo Max antes de salir por donde había entrado.
-Yo también voy- añadió el otro caminando detrás.
Gracias a sus habilidades, sólo tardaron un par de minutos en llegar al restaurante, aún no era hora de abrir el local por lo que la entrada principal tenía llave, sin embargo se notaba que había movimientos en el interior.
Los dos seres desesperados y angustiados, con la certeza de que algo estaba mal con la chica, ingresaron por una entrada lateral que se utilizaba por los empleados de la cocina; últimamente trataban de no utilizar sus habilidades por dos razones, una era que se sentían más débiles y otra era que no deseaban llamar la atención.
Se encontraron con varios mozos y chefs que los miraron desconcertados por la intrusión.
-Señores, el restaurante aún no abrió y en este lugar están prohibidas las personas ajenas al personal- dijo un hombre vestido con elegante traje negro y camisa blanca mientras se paraba delante de ellos.
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INFIERNO CELESTIAL
FantasyLos seres humanos no saben que tanto ángeles como demonios se mezclan con ellos, ocultándose para lograr lo que desean. Un ángel oscuro de gran importancia y poder tiene una misión, un ángel de la luz tan primordial como el otro debe realizar un com...