INFIERNO CELESTIAL

14 - ¿EL PRINCIPIO DEL FIN?

Los días pasaban y Trinity estaba cada vez más perturbada, los sentimientos que crecían en su corazón por Max y Alex eran sinceros y cada vez más profundos, muy diferentes y al mismo tiempo similares, eso sin contar que parecían no tener límites.

Cada uno le demostraba su lado más atractivo y también nuevas expresiones que no eran normales para ellos.

El ser superior era calmo, dulce y divertido, pero también podía ser fogoso y apasionado.

El ser inferior le mostraba un mundo en el que no debía preocuparse por nada ni por nadie, pero también era protector y tierno.

Para la chica era imposible poder elegir a alguno de ellos y mucho menos alejarse, estaba completamente hechizada por los dos y ya no tenía la voluntad necesaria para dejar de estar cerca de ellos.

Esos seres se habían convertido en el aire que ella necesitaba para seguir viviendo.

Sin que la joven lo supiera, tanto Maxwell como Alexander también estaban profundamente perturbados. Debían enfocarse en su misión, pero al estar junto a ella todo se les olvidaba y sólo disfrutaban de su compañía.

Lo único que les importaba para esa altura sólo el bienestar de la chica y tener un lugar en el corazón femenino ya que ella ocupaba todo el que habían obtenido al venir a este mundo.

Por primera vez en sus existencias, sus corazones estaban latiendo cada vez más rápido y fuerte y todo a causa de esa extraña chica.

...Una noche en el restaurante de Dante Williams...

El dueño estaba sentado detrás de su escritorio en su oficina del piso superior, ocupado con los encargos de vinos, verduras y carnes.

La gran puerta de vidrio se abrió y sin emitir sonido alguien se acercó.

-Llegas temprano- dijo el joven sin levantar la vista de los papeles.

-Es que quería hablar contigo de algo que me está preocupando mucho- contestó la mujer apoyando su cadera en una de las esquinas de la mesa.

Dejó lo que estaba haciendo y la miró fijamente a los ojos, luego dio un suspiro y sin levantarse del sillón ejecutivo, corrió las ruedas hasta quedar frente a ella y apoyó sus manos en las femeninas rodillas descubiertas por el corto vestido azul.

-Es por lo que está ocurriendo entre nuestra niña y esos dos ¿verdad?- dijo mirándola con ternura.

A ella le resultaba tierno cuando se refería a Trinity como "nuestra niña", parecía como si hablaran de su hija pequeña; pero en ese momento la invadía el nerviosismo.

Alice asintió con la cabeza y demostró inquietud en su expresión.

-Mi amor...quisiera poder decirte que todo estará bien, pero ambos estamos al tanto de que no será así- agregó el hombre con una triste sonrisa -Nosotros sabemos desde hace mucho cuál es el destino de Trinity y aunque queramos evitarlo es demasiado para nosotros, ya hemos tenido una pequeña muestra de lo que ella puede llegar a ser-

-Lo sé- contestó casi murmurando -Pero entiende que ella es como mi hermana menor, no es sólo la responsabilidad que tiene mi familia, en verdad siento un cariño sincero por ella y no quisiera que sufra y las cosas terminen mal- con los ojos aguados

-Yo también le tengo cariño, pero...ya lo hemos hablado...su sola existencia no debería haber ocurrido y su corazón divido desde su nacimiento la ha llevado a sentir amor por esos dos ¿Cómo evitar dejarse llevar por los sentimientos?- explicó Dante acariciando lentamente el rostro de ella.

Aly se lanzó sobre él quedando sentada en sus piernas y lo abrazó fuertemente mientras que un par de lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Yo sé que todo lo que dices es verdad...pero aun así me duele saber todo lo que ella sufrirá- susurró la dueña de la tienda de antigüedades -Lo que más me sorprende es que he visto como Alex y Max son con ella y sé que ellos tienen sentimientos también... ¿Te imaginas lo que puede ocurrir si esto continúa?-