OB-SE-SIÓN (Itasasu fanfic)

Capitulo 10. Alarma.

*** Nota de Sue: ¡Hola a todos! Estoy muy contenta con la receptividad del fanfic en esta plataforma, muchas gracias por leer y por cada uno de sus comentarios. En verdad los aprecio mucho. Pido disculpas por no haber podido subir más actualizaciones. Estaba algo complicada porque estaba con 2 trabajos, ahora renuncié a uno para poder dedicarme a la ilustración independiente, así que ando ocupada de igual manera porque ando practicando, sorry n_nUU  Sin más que agregar. Disfruten de su lectura n_n ***

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- Mm... alo... ¿Uchiha Itachi?

- Diga.

- Eh... habla Hinata Hyuuga de la escuela del Bosque sagrado. Soy la maestra de Sasuke... quisiera saber si todo esta bien.

- ¿Por qué no habría de estarlo?

- Pues... es que como no ha venido los últimos días...

- ... - un breve silencio – En estos momentos se halla un poco indispuesto.

- ¿Está enfermo? – La mujer estaba claramente preocupada – Si quiere puedo ir hasta su casa para ayudarlo... sé que usted está ocupado con su trabajo y de seguro... no puede perder tiempo...

- ... Sasuke nunca me hará perder tiempo.

- Eh... yo sólo...

- Discúlpeme .Tengo que colgar.

- Uh... bueno, cualquier cosa puede llamarme a éste número.

- ... - otro breve silencio – De acuerdo.

Check.... Tu... tu... tu

La peliazul continuaba con el auricular en su oído, la tenía muy preocupada. El pequeño Sasuke no había ido a clases ese día. Su sentido común le decía que algo estaba pasando, aunque ¿Por qué preocuparse tanto? Tan sólo era un día, cualquier niño se encuentra expuesto a las inasistencias, pero ya se estaba volviendo costumbre percatarse de la falta del niño Uchiha en la escuela, podría decirse que venía sólo tres días a la semana y los otros... fuera Dios a saber porque no aparecía.

La mujer fue sacada de su trance al sentir como era jalado un poco su vestido.

- Maestra, mire mi dibujo.

- ¿Eh? lo siento Sakura estaba distraída... para ver que es lo que hiciste.

- Éste es Sasuke y ésta de acá soy yo – la pelirrosada señalaba los personajes de su dibujo con una gran sonrisa, como si contuviera en él toda su alegría – nos vamos a casar – y su sonrisa creció aún más.

La peliazul contestó aquello con un gesto, acarició levemente el rosado y liso cabello, acto seguido observó la pequeña mesita vacía perteneciente al niño Uchiha.

- "Pobre Sasuke, tan pequeño, tan inocente"

Por otro lado en la casa de los Uchihas, Kurochan había iniciado su baño matutino. Deslizaba su felina lengua por el ennegrecido pelaje, apenas llevaba unas cuantas semanas en aquel lugar, y aunque recibía muchas atenciones por parte del solitario niño se sentía fuera de lugar. A pesar de ser un animal comprendía con exactitud que su presencia no era bien vista por cierto muchacho de negros cabellos. Con tranquilidad se dirigió hasta la habitación de uno de sus dueños, aquella que se hallaba con la puerta abierta, se sentó fijo frente la escena que ya se le había vuelto una costumbre encontrar.

- Aaaaaahhhhhh.... Itachiiiii – pequeñas gotas de sudor eran desprendidas al aire.

- ah... ah.... – el pelinegro recobraba el ritmo normal de su respiración mientras sentía como el semen lo abandonaba, lo dejaba, se despedía de su cuerpo.