OB-SE-SIÓN (Itasasu fanfic)

Capitulo 11. Uchiha

N/Sue: Holis a todos!! Primero que nada les agradezco infinitamente por leer esta historia y por todos sus comentarios, si los leo pero no los respondo porque son demasiados ja ja pero muchos me han hecho reír, en verdad gracias n.n también me disculpo por las tardanzas en las actualizaciones, actualmente tengo muchas ocupaciones y hago lo posible por organizarme. Gracias a todo aquel que llegue hasta acá y que continúe hasta el final <3 

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- Pase.

- Señor Uchiha – el rubio entró en la oficina con unos papeles en la mano.

- Si, dime Deidara ¿en que puedo ayudarte? – continuaba tecleando sin abandonar la vista de la pantalla del computador.

- No, nada... - el rubio trataba de llamar su atención de hacer que quitara los ojos del aparato y los posara en el cuerpo que tantas veces le había proporcionado tanto placer – llevabas rato sin venir por acá ¿eh? – se sentó en uno de los bordes del escritorio.

- Bueno... realmente fueron dos días, con cinco horas, cuarenta y tres minutos, con siete segundos y medio – todo fue dicho sin disminuir la rapidez del tecleo, sin despegar los negros ojos de su trabajo, cuando trabajaba realmente se lo tomaba muy en serio, demasiado en serio.

- Um... ¿quieres que vayamos a algún lado hoy? – el rubio jugaba coquetamente con su cabello mientras abría y cerraba las piernas.

- No, estoy muy ocupado – ignoró las insinuantes provocaciones del sexy rubio.

- ¿Demasiado ocupado para esto...?

El ojiazul cerró la Laptop ante sus ojos, no se puede decir que aquella acción lo molestó, pues la seriedad en su rostro era constante. Deidara se sentó en las piernas del Uchiha y comenzó a acariciar su barbilla.

- ¿No te gustaría venir a mi departamento? – metía las manos por debajo de la camisa, sintiendo los pectorales del moreno – la pasaríamos en grande...

Itachi se dejaba tocar, permitía que el rubio le susurrara cualquier porquería al oído, y es que para él todo lo que tenía que ver con esa compañía no era más que vil trabajo. El rubio se agachó y se metió entre las piernas del pelinegro, desabrochó el pantalón, hacía tiempo que no sentía el pene del Uchiha en su boca.

Su pequeño cuerpo descansaba sobre la amplia cama, su única compañía un gato igual de pequeño, los dos se proporcionaban calor en aquella fría noche de espera. Itachi al llegar a su casa después del agotador día de trabajo se sentó en la cama a observar a su querubín, las reprimendas de su jefe se volvieron nada frente a las palabras de amor de Sasuke, sus quejas se perdieron ante cada una de las caricias de su hermano y las amenazas de despido se fueron desvaneciendo al recordar que Sasuke era suyo, suyo y de nadie más.

Itachi tomó el teléfono inalámbrico y marcó el número que deseaba.

Trin!!... Trin!!...

En aquel departamento los gatos salían ahuyentados por los ruidos del aparato. Kisame despertó ante los ruidos de los mininos, al darse cuanta de que estaba sonando el teléfono se paró de la mesa cubierta de papeles en que se había dormitado.

- Buenas noches ¿En que... puedo ayudarle? – trató de ocultar el bostezo.

- ¿Te he despertado?

Esa voz era inconfundible. Al darse cuenta de que era Itachi trató de salir aún más del quinto sueño en que aún se hallaba inmerso.

- No, no... estaba...