Primer día de clases. Las aulas de la gran y antigua universidad se llenaban de alumnos y alumnas al tiempo que se hacían las 8:00 a.m, el día prometía ser soleado y cálido, sin ninguna nube que obstaculice el sol.
Unos extraños cosquilleos se extendian por todo el cuerpo de Evan, su mano derecha sudaba sobre la tela de la correa de su mochila, que llevaba colgada en un solo hombro, mientras que en su izquierda sostenía la hoja que mostraba el horario de su primera clase: Economía y Contabilidad Avanzada.
Este era su primer año en la universidad, desde que había terminado la secundaria había querido comenzar, pero por desgracia, tuvo que posponer esto al menos 3 años, porque su padre enfermó, y ahora que se recuperó, lo que más quiere Evan es aprender negocios y así poder dirigir la pequeña empresa que su padre le cederá. Quiere hacer las cosas bien.
Cruzó el aula A18, luego la A19 y así hasta que llegó a la suya, la A22, miró la puerta de madera oscura e imponente sintiendo nervios hasta las puntas de sus dedos. Suspiró brevemente y entró.
En el interior ya había muchas personas, todas lo observaban mientras se dirigía a uno de los pocos lugares vacíos que había, en la primera fila, las miradas solo hacían que quisiese dar media vuelta y volver afuera, pero no, no lo haría.
Tomó asiento a un lado de una chica de cabello pelirrojo, ella lo miró de reojo unos segundos y luego le sonrió en forma de saludo.- Déjame adivinar, primer año y primer día, ¿no? - le habló ella amigablemente.
Evan le sonrió de la misma forma.- Si, ¿tanto se nota? - dijo divertido, agradecía no ser muy tímido en estos momentos.
La chica se rió e hizo un gesto con su mano como restándole importancia, sus ojos castaños miraron de arriba a abajo a Evan.
- Solo te diré que deberías respirar un poco. - ambos rieron, ella inspiraba mucha confianza y amabilidad - Soy Clarisse Martin.
Tendió su mano y Evan la aceptó agitandola.
- Evan Buckley. Es un placer.
- Lo mismo digo.
La puerta se abrió un tanto de forma estruendosa y un hombre entró apurado. Un portafolio colgaba de su mano derecha. Caminó hasta el frente de la clase, dió media vuelta y enfrentó a todos.
La respiración de Evan se cortó un segundo al ver sus facciones y cuerpo completo. No recordaba ver a alguien tan hermoso hace tiempo.
- Disculpen mi tardanza, tuve un ligero problema familiar. - dijo ofreciendo una sonrisa de labios cerrados, a modo de disculpa. Sus ojos castaños eran tan cálidos como los primeros días de verano - Mi nombre es Edmundo Díaz y les enseñaré Economía y Contabilidad Avanzada.
Una camisa blanca se señia levemente a su torso muy bien trabajado, llevaba un pantalón de jean negro, que contorneada sus piernas en las partes más importantes y unos zapatos formales que brillaban. Por último su cabello castaño corto estaba bien arreglado hacia atrás y un ligero rastro de barba adornaba su tez.
- Desde acá veo que se te cae la baba, disimula. - habló Clarisse en un susurro divertido hacia Evan. Él reaccionó y volteó a verla confundido. - No te hagas el inocente, te gustó.
Bien, tarde o temprano lo admitiría, le fascinó y sin duda lo que menos esperaba era un profesor como él.
- ¿Cuántos años tiene? - preguntó Evan en un susurro.
- Creo que 32. Empezó a dar clases el año pasado.
Asintió satisfecho con la información. Ahora debe concentrarse en lo que dice sobre la asignatura, aunque estar en la primera fila y ver muy bien como sus labios se mueven casi de forma sensual, hace que eso sea difícil.
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- ¿Buck? - dijo una voz femenina a su lado - Tierra llamando a Evan, ¿me copias?
Clarisse movió su mano delante del rostro del chico para captar su atención cuando vió que no la estaba escuchando. Él volteó de inmediato hacia ella, luciendo algo confundido.
- ¿Qué? - preguntó Evan evitando sonreír. Si que estaba sumido en sus pensamientos.
Clarisse soltó una pequeña carcajada.
- Parecía que estabas en otro planeta. - movió sus cejas de arriba a abajo - O quizás pensando en alguien. - dijo con una especie de melodía.
Evan resopló. No iba a admitir que desde hace tres días estaba pensando constantemente en su muy atractivo profesor y en lo mucho que le hubiera gustado hablarle o presentarse, pero las circunstancias no eran las mejores.
- En realidad estaba pensando porqué se me ocurrió ser tu amigo. - respondió.
Ahora Evan sonrió divertido y travieso. Con Clarisse se llevaba de maravilla y ya la consideraba una amiga, ella inspiraba demasiada confianza y cariño. Ante el comentario ella le golpeó amistosamente el brazo izquierdo, riendo. Siguieron caminando por el largo pasillo, tenían una clase en 10 minutos.
- Aún no entiendo. - dijo Clarisse deteniéndose.
- ¿Que cosa?
- Como es que no te le tiraste encima al profesor Díaz, digo, te lo comías con la mirada, de la forma más literal.
Evan negó riendo, no quería que ella viera el rubor en todo su rostro, porque sí, había estado mirándolo, pero no sabía que era tan evidente.
- Ya te dije, no es...
En ese instante las palabras de el chico se vieron silenciadas por una puerta que se abría justo delante de él y el marco golpeaba su nariz. De inmediato retrocedió aturdido, agarrándose con ambas manos la zona herida al sentir el dolor expandirse y un poco de sangre brotando de sus fosas nasales.
- No puede ser. - y como si todo fuera una broma pesada, el profesor Díaz fue quién había abierto la puerta.
- ¿Evan? ¿Estás bien? - preguntó Clarisse tomandolo del brazo cuando vió que se tambaleaba. Recostó su espalda baja en la pared, intentando que su cabeza no doliera por el impacto, veía algo borroso incluso.
- Lo lamento tanto, señor Buckley. - ¿cómo y por No ví que ustedes venían.
El profesor se disculpó con su voz cargada de pena y dolor, puso su mano sobre el hombro de Buck y y esperó a que lo mirara.
- E-estoy bien. - dijo, pero su tono era bajo y luego gimió del dolor.
- Debo llevarte a la enfermería. - dijo Díaz rodeando la cintura de Evan y pasando un brazo de éste sobre sus fuertes hombros. El joven de ojos celestes aceptó la ayuda, sin evitar pensar en lo fuerte que se sentía el agarre en su cintura, se puso por completo de pie y comenzó a caminar, aún sosteniendo su nariz. - Señorita, vaya a su clase.
Clarisse los miró a ambos preocupaba pero asintió, debía ir para luego poder explicarle a Evan lo enseñado.
- Te veré en una hora. - le dijo a su amigo dándole un amistoso apretón en el brazo a forma de despedida. El profesor miró, por alguna razón, fijamente la muestra de afecto de la chica. - Llámame cuando estés mejor.
- Vamos. - dijo el profesor tomando con más fuerza la cintura de Evan y casi rozando la cálida piel con sus dedos en el momento en que la camisa que vestía se levantó levemente.
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No a cualquiera su crush le pega con una puerta eh
No se preocupen, hay segunda parte<3
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One Shots de [Buddie] (Buck X Eddie) (9-1-1)
Fanfic{One Shots entre Evan Buckley y Eddie Díaz, personajes pertenecientes a la serie 9-1-1} No se olviden de +votar+ Gracias por leer🌈