Jethro.
―¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños novia hermosa, feliz cumpleaños a ti! ―entono mientras entro al cuarto con guitarra en mano. Thana se remueve en la cama y tapa su rostro con la colcha.
―¡Déjame dormir! ―grita.
―¡Muévete, dormilona! Hoy será un gran día ―le informo. Paso la guitarra hacia mi espalda y abro las cortinas para permitir la entrada de la luz a la habitación. Ella se queja.
―Ya do quiedo ser adulta ―afirma, citando a Carlitos de los Rugrats. Eso ocasiona que yo ría y deje la guitarra a un lado para trepar sobre su cama.
―Debes levantarte, bonita. Hoy es tu día ―le digo, acurrucándome a su lado.
―¿Qué obtengo a cambio? Me duele la cabeza, no ingiero más licor nunca ―pronuncia aún con el rostro bajo la almohada. Se la retiro lentamente y me encuentro con sus ojos cerrados, un par de ojeras apenas perceptibles y unas cuantas pecas decorando sus pómulos. Ella sonríe, somnolienta.
―¿Quién me llevó a un pub anoche, ah? ¿Quién, señorita? ―inquiero mientras le hago leves cosquillas en el estómago, ella ríe― A cambio vas a obtener un desayuno digno de una cumpleañera, pero si sigues de perezosa se va a enfriar.
―Sí, sí, lo que sea, déjame dormir, por favor ―implora, volteándose sobre su propio eje.
―¡Ya levántate, perezosa! En la cocina te espera una gran sorpresa.
Abre los ojos lentamente y suspira.
―¿Dónde están mis mimitos? tengo resaca, Jethro Bianchi. Consiénteme ―exige. Ante su petición la tomo de sus manos y la insto a sentarse.
―Claramente te voy a consentir pero primero debes ingerir algo y analgésicos para el dolor de cabeza, así que mueve ese bonito trasero tuyo y levántate, anda ―digo. Maximiliano viene a nosotros y ronronea en los pies de su madre para luego subirse a su regazo y lamerle la cara. Thana lo recibe feliz y se levanta con él en sus manos.
Niego con la cabeza y me río cuando, literalmente, mueve su trasero frente a mí mientras se dirige al baño. Mientras se toma su tiempo me dirijo a la cocina para verificar que todo esté en orden y destapar el desayuno que por seguridad tapé hace un rato. Me levanté temprano para hacer el desayuno y confirmar que lo que había pedido por delivery llegaría bien, sabía que Thana no iba a levantarse muy temprano pues estuvimos hasta tarde reunidos con Kells y Ana en un pub.
Cuando me encuentro de espaldas terminando de hacer el café en la estufa siento sus manos viajar por mi espalda y luego pasándose por mi pecho. Ella recuesta su frente en mi espalda y suspira.
―Creo que no hay sorpresa más sexy que tú sin camisa haciéndome café, bombón ―anuncia, dejando un beso en uno de mis tatuajes.
Sonrío y bajo el café para esperar que se cuele. Volteo en su dirección y le devuelvo el abrazo.
―Tanti auguri, amore della mia vita. Ti amo con il cuore* ―murmuro en su oído he notado que a veces cuando se me escapan palabras en mi lengua paterna Thana suele suspirar y sus mejillas se sonrojan, así que intuyo que tendrá algún gusto perverso por ahí interesado en mí hablando italiano.
Ella se despega de mi abrazo y me regala una mirada que me sabe a eternidad.
―Grazie, amore. Anch´io ti amo. Mi fai troppo felice* ―pronuncia en un italiano casi perfecto, mirándome a los ojos.
Mi ceño se frunce porque ¡por todos los cielos italianos! Nunca la había escuchado hablar en mi lengua paterna por muy cercanos que seamos desde pequeños. Sabía que comprendía el idioma pero un día me hizo saber que su pronunciación la hacía sentir insegura. Ante mi asombro ella ríe.
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Amor jovial, puro e inocente | ✓
RomanceFinalista de los premios Watty 2021.🏆 Después de una ruptura amorosa, Aithana tendrá como objetivo una sola cosa: no saber de él a toda costa. Evitar saber qué ha pasado con su mejor amigo y ex novio después de tanto tiempo. Sin embargo, se verá en...