―Quiero verlo ―anuncio. Todos en la mesa dirigen su mirada hacia mí.
La tensión nos cubre y mis manos tiemblan con regularidad. Ana y Kells me miran fijamente, Jethro bebe un sorbo de su té frío y desvía su mirada de mí. Para ponernos un poco en contexto, el factor tensión tiene nombre y apellido: Joe Montés.
Durante la mañana recibí un mensaje de su padre donde expresaba de forma imperiosa que Joe estaba muy grave en el hospital debido a un aparatoso accidente que tuvo y que el panorama no pintaba bien pero deseaba verme porque aseguraba que moriría pronto. Mis nervios se dispararon, fue una situación muy inesperada y el señor se leía desesperado, casi como si estuviera a punto de suplicar.
He ido soltando, aprendiendo a vivir con los hechos y también a vivir mis procesos plenamente, así que cerrar este ciclo me vendría bien, verlo y ver qué tiene por decirme sería una forma de cerrar esa etapa y por fin, olvidarme de esa oscuridad que ensombreció unos meses mi vida. Por estas razones me encuentro dando esta noticia en la cena.
―Bueno... es tu decisión ―expresa Jethro, su ceño se frunce.
Asiento.
―Sola no irás. Kells o yo te podemos acompañar ―manifiesta Ana y toma un bocado de su comida.
―Bien, veré qué día puede recibir visitas y les avisaré ―les digo. La comida continúa y la tensión es palpable, el silencio reina en la mesa.
Han pasado varios años desde entonces y la última vez que lo vi fue hace casi un año, así que como diría Grecia, es una buena forma de cerrar esto, enfrentándolo y poder asimilar que ya sucedió y él no tiene poder sobre mí y mis emociones.
Cuando llega la hora de dormir, Jet actúa distante y su comportamiento me desconcierta.
―¿Pasa algo, Jet? ―inquiero. Él se voltea sobre la cama, quedando boca arriba y mira al techo.
―No precisamente... ―responde, con la misma actitud, ruedo los ojos y me acuesto a su lado.
―Sabes que me gusta conversar las cosas, Bianchi.
―No me gustaría que te vieras con ese tipejo, Thana. Pero entiendo que es la forma de enfrentar esa etapa y cerrarla de una vez por todas. No quiero que tengas ataques de pánico por su culpa ―expresa. Una lágrima amenaza por salirse.
―Entiendo tu punto y realmente no es algo que me emocione, pero quiero soltar eso por fin y, como dijiste, es la forma de cerrar esto. Aprecio que quieras lo mejor para mí, sé que soy capaz de enfrentarlo ―le digo. Jethro pasa un brazo por mis hombros y me atrae hacia él.
―Sé que nunca necesitaste un príncipe que te rescatara y que eres suficiente, pero aquí estoy para sostenerte cuando las cosas no salen bien y es lo que necesitas ―expresa. Pasea su dedo índice por mi rostro y delinea mis facciones. Me acurruco más hacia su cuerpo.»A veces todo será gris, pero no importa si hay una tormenta, un torbellino o situaciones problemáticas, aquí estoy.
Asiento sobre su pecho y me quedo dormida en sus brazos, pensando en el millón de probabilidades que podrían ser de ese encuentro.
******
La sala de espera es lúgubre. Hay iluminación por doquier pero sin duda el aura que se siente alrededor es tan gris que el pasillo blanco y lleno del personal de salud se sienta así. He escuchado mediante el avance del camino que en este piso se encuentran los implicados en el accidente que tuvo Joe, así que hay algunos familiares sentados en el suelo. Kells aprieta mi mano, llamando mi atención.
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Amor jovial, puro e inocente | ✓
RomanceFinalista de los premios Watty 2021.🏆 Después de una ruptura amorosa, Aithana tendrá como objetivo una sola cosa: no saber de él a toda costa. Evitar saber qué ha pasado con su mejor amigo y ex novio después de tanto tiempo. Sin embargo, se verá en...