Capítulo 4. 🦋🐍

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Verónica.

Trate de no pensar en lo que Jughead había dicho pero esa frase seguía repitiéndose en mi cabeza como un martilleo, uno dolorosamente placentero.

Me vestí y esperé en la habitación hasta que él saliera. Esperaba que esto sea más difícil sin embargo, al parecer el plan de Toni había funcionado. Me pregunto cómo supo que funcionaría.

— Hey, Lodge. Estoy listo.— abrí la puerta que nos conectaba al baño compartido.

— Ya era hora.

— Este precioso cabello mío no es tan fácil de mantener, ¿sabias?

— Ya me imagino.

Hubo un silencio, ninguno de los dos nos habíamos movido de nuestras respectivas puertas.

— Esa chaqueta te queda perfectamente.— dijo observándome.

— Es de Toni.— fue lo único que pudo salir de mi boca.

— Lo sé.— se acercó y levantó su mano hacia el cuello de la chaqueta.— este corte...— paso sus dedos por la tela y yo contuve la respiración mientras dejaba que hiciera lo que quería.— se lo había hecho cuando nos sacaron del Southside High.— terminó apartándose lo suficiente para verme nuevamente.

— Oh.

— Es hora de irnos, sólo voy a dejarte ahí.— se volteó como para salir de allí y yo me paralicé.

Ese no era el trato.

— Jughead.

— ¿Si?— se volteó de nuevo hacia mi.

— ¿Hay algo que pueda hacer para que te quedes conmigo por esta noche?

Tragó saliva.— No.— asenti, no insistiría, ya era algo enorme que aceptara llevarme.

Me di vuelta y cerré la puerta sin decir nada más, arreglé el cuarto y como no tenía nada en lo que pudiera llevar la falda, decidí dejarla allí, a Cheryl no le molestaría y aparentemente Jughead no entraba aquí ya que todo estaba como lo había dejado. El me estaba esperando en la moto frente a la cabaña para cuando bajé.

No dijimos nada más, me subí con el y todo el camino transcurrió en un absoluto silencio, no era incómodo, pero tampoco es como que prefería el silencio. Me concentré en su cabello, tanto tiempo que me había hecho perder para que ahora salga disparado a la deriva, sonreí hasta que sentí su mirada en el espejo y me avergonce completamente.

— Ya llegamos, Lodge.— paro la moto y espero a que me bajara.

— Gracias por traerme, Jughead.— sabia que no podía hacer nada para que se quede y aunque Toni se molestaría, tenía que dejar de insistir. El claramente quería su espacio.

— ¿Ronnie?— escuche su voz a mis espaldas y todo mi cuerpo se tensó, Jug me miró rápidamente como pidiéndome perdón por algo que el no podía controlar. Me volteé, tenía que enfrentar esto.

— Archie.— sonreí lo mejor que pude, sentí a Jug bajar de la moto.

— Hola, Archie.— saludó el pelinegro colocándose a mi lado.— lo miré interrogante por su acción pero el simplemente me ignoró.

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