Maybe.

Capítulo 21. 🦋🐍

Verónica.

Ver a Jughead intentando seguir mis pasos era un deleite para el alma.

— ¿Qué?— rió al ver que yo contenía la risa.— ¡No te burles!— me abrazó y terminé riendo como una loca.— ¿Así de mal bailo?— preguntó. Me aparté un poco, lo suficiente para verlo a los ojos.

— Pues...— deposité un beso rápido en sus labios, esa era la idea hasta que lo intensificó enredando sus dedos en mi pelo, sonrió contra mis labios.— preguntámelo de nuevo si así van a ser las respuestas.— rió.

— No. Me siento usado.

— Claro, mi señor, usted es el culpable por besar tan bien.— le seguí el juego.

— Jug.— Cheryl nos interrumpió. Se la veía entre preocupada, incomoda, molesta y... no sé, ¿triste? Lo que hizo que me alarmara de inmediato.

— Cheryl, ¿qué pasó?— pregunté.

— Es...— hizo una pausa mirando alrededor.— Es Betty... esta afuera y...— solté el suspiro más pesado del mundo y Jug me miró seriamente.

— Es Riverdale después de todo, el chisme se propaga más rápido que la velocidad de la luz.— Estaba molesta.

— Lo siento, Ronnie...— Jug se veía terrible.

— Tranquilo.— coloqué mis manos en su rostro y él cerró los ojos absorbiendo mi caricia.— sé que no es tu culpa y no estoy molesta contigo.— tomó mi mano y besó el dorso.

— Acompáñame.— pidió. Miré a Cheryl que seguía con el semblante triste.— Quiero que estés ahí, conmigo.— insistió.

— Acompañalo, V.— la pelirroja estuvo de acuerdo.— será mejor que lo enfrenten de una vez, estaba claro que esto iba a pasar.— terminó.

— Bien, pero déjame hablar a mi primero con ella.— propuse.

A Jughead no le gustaba la idea, podía verlo claramente en su rostro. No le gustaba nada pero esa era mi condición y esperaba que él la respetase. Sonreí al verlo asentir.

— Les deseo suerte.— Cheryl se veía preocupada, acaricié su brazo mientras caminamos con Jug.

— ¿Crees que será muy difícil?— bufó.

— Será más que difícil, amor.— sentí cosquillas en mi vientre bajo y me detuve, sabía que tenia una sonrisa estúpida en el rostro pero no me importaba.

— ¿Qué?— el también sonreía y estaba avergonzado.

— No me hagas...

— Repitelo.— interrumpí.

— Será más que difícil.— repitió la primera parte haciéndome rodar los ojos. Seguía un tanto avergonzado, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas.

— ¡Quiero oír lo otro!— lo golpeé suavemente en el pecho y me crucé de brazos haciendo un puchero.

Me tomó de la cintura y me atrajo hacia él acercando nuestros rostros lo máximo posible sin que nos tocáramos realmente. Entrelazó nuestras manos en medio del abrazo improvisado y besó la punta de mi nariz.