Verónica.
Estaba a punto de amanecer y Jughead no salía del baño, llevaba sentada frente a la puerta del pasillo como una hora, lo escuchaba cantar y yo luchaba por no quedarme dormida.
— Jug, por favor, ¡quiero bañarme!
— Dos minutos, Lodge.
Esperé contando los segundos y cuando iba a minuto y medio, la puerta se abrió y literalmente caí a los pies de Jughead Jones.
— Pensaba que eras más inteligente.— se burló.
— ¡Pensaba que usarías la puerta que daba a tu habitación! ¡Por algo está allí!— grité enojada tratando de levantarme.
— ¿Y por qué no estás tu recostada por la que da a la tuya?— devolvió recostandose por el marco y desordenando su cabello mojado.
— Eh...
— Eso crei. Buenas noches, Verónica.— fue nuevamente a la planta baja, supuse que iba a vestirse porque estaba en toallas y no había visto que subiese su ropa aún. O quizás, fue a buscar comida y no lo culpaba, mi estómago también rugía.
Entre al baño y encontré agua por todos lados, el vidrio del espejo empañado y el cepillo de dientes de Jughead en el lavamanos. Quería gritarle, quería matarlo. Tendría que limpiar su desastre. Al final no me llevo mucho, encontré aceites para ducha y los coloqué en la tina, eran de grosellas, nunca había usado un aroma frutal, siempre eran de canela o vainilla pero esta vez lo probé, por alguna razón me intrigaba saber lo que diría Jughead de mi nuevo aroma.
Me deshice de la bata que encontré, era roja, desde luego, el agua estaba tibia y hacia que mis músculos se relajaran. No me había dado cuenta lo mucho que me tense. Y allí empecé a recordar, todo lo que había estado acumulando con lo de Betty y Archie ahora estaba surgiendo en forma de lágrimas.
Esos dos... nos habían traicionado y todavía buscaban que volvamos a la normalidad de un día para otro. Nos habíamos peleado si, pero era una pelea ridícula y ni siquiera habíamos terminado el uno con el otro, y a pesar de eso, esos dos se sintieron lo necesariamente vacíos como para tratar de llenarse entre ellos.
¿Tan necesitados de amor estaban? ¿Yo no era a caso suficiente para Archie?
Claro que no, ¿Como podría ser suficiente para él teniendo a alguien como Betty? Ella es hermosa, ella es todo lo que yo no.
Dije que no lloraría pero para estas alturas salía más agua de mis ojos que lo que había en la bañera.
No soy una tonta, sabia de las andanzas de Archie, sabía que por su cama habían pasado demasiadas mujeres, pero creía que yo era especial, crei que el me amaba tanto como yo a él, di todo por él, estaba dispuesta a renunciar a todo por él, y no niego que él también varias veces dio mucho por mi, pero yo jamás hubiese hecho lo que él.
Esa es la diferencia entre él y yo.
Mientras masajeaba mis piernas recordaba todo lo que había pasado con él. Desde el primer beso, que había sido un error, si. Luego cuando luchamos contra lo que estábamos empezando a sentir por miedo a lastimar a Betty, cuando por fin pudimos estar juntos ya que Betty decía amar a Jughead, siempre me apoyo y yo a él, lo amaba.
Pero ahora tenía que olvidar todo, tenía que enfocarme, estaba decidida, iría a Barnard y nunca volvería.
Archie Andrews tal vez era mi pasado, pero juro por mi vida que no sería mi futuro.
ESTÁS LEYENDO
Maybe.
Roman d'amourCon una última mirada a la cabaña, nos dirigimos nuevamente al coche para tomar un rumbo definitivo en nuestras vidas. - Forsythe Pendleton Jones. - Verónica Cecilia Lodge. - Un placer.- sonrió. - El placer es todo mío, milady.- besé sus nudillos...