Capítulo 11. 🦋🐍

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Se va a desmadrar esta chingadera gente :))))))))

Jughead.

Al llegar a la casa nos comimos dos bandejas de galletas y vimos una película con Cheryl y Vero, Cheryl se había calmado y realmente estaba pasando un buen tiempo, al igual que yo. Verónica se había mantenido al margen conmigo, casi no me hablaba, solo lo necesario y yo decidí hacer lo mismo.

— Creo que voy a llevarla al cuarto.— habló la pelinegra mirando a Cheryl dormida en el sillón.

— Te ayudo.— me levanté.

— No es necesario...

Tome a Cheryl y me volteé a ver a Verónica. Sonreí.

— Dime donde la dejo.— pedí. No tuvo de otra que hacerme caso y encaminarme hacia el cuarto de Cheryl.

— Bájala con cuidado.— pidió.

Entre al cuarto y Verónica corrió las sábanas, bajé a Cheryl en la cama y me aparté. Ella se había acurrucado en el colchón y Vero se acercó a taparla con las mantas.

Me quedé anonadado viendo como lo hacía, su relación definitivamente había tenido un enorme crecimiento, ellas de verdad estaban muy unidas.

— ¿Salimos?— Verónica terminó y nos dirigimos de nuevo a la sala.

— Ronnie, ¿Podemos hablar?— pedí al ver que juntaba las cosas y se preparaba para ir a su cuarto.

Caminé hasta donde estaba, juntaba las galletas restantes en el bol de la encimera de la cocina.

— Jughead...— comenzó, tomé el bol de galletas de su mano y lo baje en la mesada de mármol.

— Verónica, no puedes seguir huyendo de mi.— miró el bol ignorando mis palabras.— al menos dime que todavía podemos ser amigos.— pedí buscando su mirada. Levantó su rostro nuevamente hacia mi.

— No.

Sus ojos me miraban con una determinación intimidante.

¿Eso era todo? ¿Nunca más me hablaría?

— ¿No?

— No quiero ser tu amiga, Jughead Jones.— susurró acercándose a mí rostro.

— ¿Por qu...?— me interrumpió con un beso rápido, su idea pareció ser un pequeño pico pero cuando sentí que se alejaba enrede mis brazos alrededor de su cintura para que no tuviera escapatoria.

Le seguí el beso inmediatamente, solo Dios sabía las ganas tremendas que tenía de hacer esto desde el momento que la vi en la fiesta. Estaba empezando a respirar agitado por la falta de aire pero me las arregle para sacar oxígeno de cualquier lado.

Pase mis dedos sobre su piel descubierta desde sus hombros hasta su espalda baja. Me sentía extasiado con todo lo que estaba provocando en mi con ese vestido que me volaba la cabeza desde el principio. Llevé mis manos a su rostro y nos separamos.

— Cheryl puede despertar.— susurró pegando su frente a la mía. Suspiré cuando descanso su cabeza en mi hombro.

— Lo sé.— respondí.

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