Verónica.
— ¡No lo puedo creer, TT! ¡¿ESTAS VIENDO LO QUE YO?!
— Si bebé, esto definitivamente esta pasando... pero por favor no desesperes ni hagas un alboro...
— ¡Jughead! ¡Verónica! ¡Despierten ahora!
Tratando de acostumbrar mi vista a la iluminación, fui abriendo los ojos de a poco y me encontré con los rostros de Cheryl y Toni demasiado cerca, analizandome a mi y... justo entonces me di cuenta la razón de la posición de ambas chicas.
Jughead y yo estábamos enredados en el piso de la taberna, envueltos en la misma manta, recordaba que me había acostado en el sofá y Jughead en el suelo y como solo había una manta, el me la había dado pero al parecer el extremo que colgaba del sofá se había quedado por debajo del cuerpo de Jug y éste al moverse me había tirado al piso con él.
— ¿Qué pasó?— Jughead despertó y se limpió la orilla de sus labios, sonreí.— no me veas así, tu también tienes un poco de saliva.— dijo limpiando mis labios totalmente ajeno a la presencia de las chicas, me tense, estábamos, nuevamente, en una situación muy incómoda. Cheryl y Toni se miraron sin disimulo alguno.— Espera, ¿Verónica?— terminó levantándose de golpe al darse cuenta que Cheryl y Toni estaban allí.
— Lo siento.— me disculpé sin saber porqué realmente.
— ¿Por qué...?— Cheryl y Toni se cruzaron de brazos mirándonos con curiosidad y diversión.
— Creo que te enredaste con mi manta y me tiraste al darte vueltas.— hable rápidamente para evitar cualquier metida de pata y terminé levantándome también.
— Eso...— se removió el pelo.— eso nunca me había pasado.
— ¿Es enserio?— habló la pelirroja indignada.— ¿Eso fue todo?
— Claro.— intercepte la respuesta de Jug, atrayendo su mirada azul verdosa.
— Ustedes dos van a terminar juntos.— canturreó Cheryl haciendo rodar los ojos a Toni y a Jug.
Senti una chispa de emoción recorrer mi vientre.
— Nos odiamos.— dijimos Jughead y yo al unísono. Nos miramos y reímos haciendo que la pelirroja solamente creyera más fervientemente en su teoría y Toni empezara a creerla también.
Y si lo pensaba bien y a fondo, era mentira, yo no odiaba a Jughead, nunca lo hice. Era lo contrario, probablemente disfrazaba odio hacia él porque me costaba admitir que era demasiado inteligente y que si él quisiera, podría destruir todo lo que creía mío en un instante. También sospechaba que él tampoco me odiaba, de otra forma, habría hecho lo anterior hace mucho tiempo ya.
Algo que siempre me pregunté es cómo o por qué con todas las pruebas que encontró en contra de mi familia, el no ha hecho nada para terminar con mi padre, claro que si lo amenazó varias veces pero estaba en sus manos el mandarlo definitivamente a la cárcel, pero el nunca lo hizo.
¿Por qué?
— Bueno, amantes en secreto... el desayuno está servido.— Cheryl interrumpió mis pensamientos.
— Que bien porque muero de hambre.— habló Jughead.
— Cheryl y yo estaremos arriba con Pop un rato, tenemos asuntos pendientes para una entrega de miel de maple.— Jug y yo nos miramos, y luego notamos la comida comida una de las mesas, sonreímos y esas pequeñas sensaciones volvieron a hacerse presente en mi vientre.
Seguro es el hambre, Verónica.
"Si, el hambre de Jughead" me respondió mi subconsciente.
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Maybe.
RomanceCon una última mirada a la cabaña, nos dirigimos nuevamente al coche para tomar un rumbo definitivo en nuestras vidas. - Forsythe Pendleton Jones. - Verónica Cecilia Lodge. - Un placer.- sonrió. - El placer es todo mío, milady.- besé sus nudillos...