Maybe.

Capítulo 24. 🦋 🐍

Verónica.

— ¿Podemos por favor comprar manzanas acarameladas?— pidió Levana.

— ¡Siiiii! ¡Yo también las quiero!— secundó Anthony y Jug soltó una risa.

— Bien, vamos a conseguir algunas.— me miró felizmente.— ¿Vienes?

— Creo que mejor iré a ayudar a Toni, de seguro está muy atareada con todo esto de la feria.— le mentí sin titubear.

— Está bien, Vero, ve y yo me quedo con los niños.— me dio un rápido beso y Levana tapó los ojos de Anthony con sus manos para evitar que nos viera besarnos. Tenían casi la misma edad pero al parecer Levana creía que él todavía no estaba estaba edad de presenciar tales escenas. Jug rió contagiandome.

— Cuídense mucho.— pedí con una sonrisa viendo como Anthony peleaba por quitar la mano de Levana de sus ojos.

La única verdad era que yo tenia que correr hasta Pop's lo antes posible. Betty estaría esperándome ya, puesto que había cambiado la hora de reunión con ella, anteriormente serian a las 4 pm pero Jug iba a estar trabajando conmigo en Pop's a esa hora, lo había olvidado.

Por ahora me cambié en el coche y me puse el uniforme de mesera, Betty no tenia que saber que estaba haciendo todo esto sin el permiso de Jughead, por lo que tendría que parecer normal que yo estuviera trabajando allí durante la feria.

Abrí la bolsa y saqué la ropa. Mi ceño se frunció automáticamente al quitar el uniforme. No puede ser. Tenía manchas rosas en todas partes. Noté en la tela una nota de papel.

《Lo siento V, Jughead ayer puso la ropa y hoy que la quité de la lavadora ya encontré así, pero busqué en tu clóset y encontré otro uniforme, un poco más pequeño pero te servirá.

Xoxo,                     

Cher.》

Mierda. Ese uniforme era de cuando compré recién Pop's, de mi época de adolescente, ya no era tan pequeña, mi cuerpo había cambiado. Estaba un poco más alta.

Sabía que no tenía que darle ese trabajo a Jughead, hizo un desastre en un segundo con toda la ropa, recordé los guantes de cocina ayer, también estaban manchados. Lo mataré.

Dejé a un lado el uniforme manchado y tomé el pequeño, tendría que arreglármelas por hoy. Manejé rápidamente hasta Pop's y entré.

Vi la melena rubia en una de las mesas, ya no me quedaba de otra, ya no había vuelta atrás, ella estaba de espaldas a mi así que no podía verme, entonces aproveché para limpiarme las manos sudorosas en mi delantal.

Me eché una mirada en el vidrio y el uniforme no me quedaba tan mal pero si era un poco corto en la falda, resignada, solté un suspiro y caminé hacia la persona que antes solía llamar mejor amiga.

— Hola Betty.— le sonreí mientras me sentaba frente a ella.

— Hola Verónica.

— ¿Como has estado?

— Bien, bien.— Noté como no estaba realmente interesada en nuestra charla.

Pop llegó con una bandeja que supuse la había pedido ella porque la había bajado en frente de la rubia.

— ¿Le traigo algo señorita?— Pop me sonrió.

— Una malteada de chocolate doble, por favor.— le devolví la sonrisa y él se marchó para traerme mi orden.