Jughead.
Los días pasaban, cada vez faltaba menos para ir a la universidad, mi relación con Betty había quedado en el aire, jamás la volví a ver desde lo del video en la fiesta, me ausenté los días que faltaban para terminar la secundaria, quería evitarlos, a todos, incluso a Verónica que se había ido al día siguiente después de haber llorado en mi pecho durante horas. Sonreí al recordar que se había quedado dormida y entró en pánico cuando despertó sobre mí.
Resultó irónica la forma en que acabamos soltandonos y abriendo nuestros sentimientos cuando en realidad segundos antes de entrar por la puerta de la cabaña había pensado alejarla, pero en mi defensa, no había sabido lo mucho que le afectó lo que había pasado. Lo que ellos habían hecho.
Sabia que tenía que solucionarlo, después de todo ya nunca volveríamos a vernos y de nada me sirve acumular un odio unilateral. Decidido a soltar todo, tomé mi teléfono y mandé un mensaje a las tres personas más cercanas que tenía, o tuve.
"Estaré esperándolos en Pop's a las 5."
A: "Estaré allí."
B: "No faltaré."
No hubo respuesta por parte de Verónica, ni siquiera se tomó la molestia de leer mi mensaje. No la culpaba, la noticia le cayó muy mal, no sabía cómo había hecho yo para no derrumbarme completamente frente a ella, quebre un momento, pero pude volver a la normalidad enseguida. Ella no, y eso era digno de admirar, ella se caracterizaba por su carácter fuerte y frío, pero después de todo era sólo un ser humano con sentimientos y emociones al igual que todos.
El reloj anunciaba que faltaban treinta minutos para la hora. Había olvidado que aun me encontraba en Greendale así que tomé una ducha rápida y subí a la motocicleta para tratar de llegar a tiempo. Llegué dos minutos tarde, ambos ya estaban allí, claro, ellos estaban arrepentidos y desesperados por arreglar esto. Como si eso fuera a pasar. Veía sus rostros afligidos a través del vidrio de Pop's, se sentaban separados, como si fuera que ya no compartieron lengua hace unos días.
Lancé una última mirada al estacionamiento, no había rastros de Lodge, por alguna razón, esperaba que viniera, quizás era por la necesidad de tener cerca a alguien que se encontrara en mi lado, en mi posición y supongo que Verónica lo estaba, después de todo, a los dos nos habían engañado nuestras parejas y mejores amigos.
Pero me había abandonado, sin abandonarme, pues, ella no me debía nada, después de todo, casi ni cruzamos palabras en estos cuatro años de conocernos y por pasar una noche con ella y encima peleando eso no iba a cambiar aparentemente.
Me resigné y entré al lugar.
- Hola Jug.- Betty me saludó sonriendo cuando me paré frente a la mesa. No sabía dónde sentarme, al lado de mi ex mejor amigo o al lado de mi ex novia, ambos unos traidores. Archie solo me dio un intento de sonrisa y un asentimiento de cabeza como saludo.
- Seré breve.- hablé, decidiendo que me quedaría parado. No tenía porqué alargar algo absurdo.
- Espera.- Betty miró sus manos y luego se levantó para terminar sentándose al lado de Archie.- por favor siéntate, Jug.- pidió con una sonrisa. Se veía malditamente inocente y hermosa que me dolía el corazón, pero no me importaba. Ya no.
ESTÁS LEYENDO
Maybe.
Roman d'amourCon una última mirada a la cabaña, nos dirigimos nuevamente al coche para tomar un rumbo definitivo en nuestras vidas. - Forsythe Pendleton Jones. - Verónica Cecilia Lodge. - Un placer.- sonrió. - El placer es todo mío, milady.- besé sus nudillos...