Capítulo 7. 🦋🐍

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Verónica.

Y que tal... ¡las fresas!— respondí mirando el cielo lleno de hermosas nubes.

— Hmm opino que se verían deliciosas mezcladas con un poco de chocolate sobre tu cuerpo.— rodé los ojos.

— ¿El kiwi?

— Lo cortaría en pequeños triángulos y con su jugo mojaria tu piel para luego lamerte en todas las partes que quiera.

— Juro que le ves el lado sexual a todo, Jughead.— comenzó a reír y todo mi cuerpo recibía las vibraciones de su pecho, me encontraba acostada sobre él en el césped cuando de repente me volteó para que pudiera mirarlo.

¡Yo sólo quería saber que fruta cree que va más con mi personalidad!

— Te prometo que pienso en muchas cosas más pero aun no estamos listos para todo eso.— había melancolía en su voz pero aún así me regalaba una de sus mejores sonrisas y me vi contagiada de su alegría entonces comencé a reír también. Jug llevo sus manos a mi cintura y me levantó un poco más para que quedara justo a unos centímetros de su rostro.— Eres tan pequeña, Lodge.— susurró.

— Tú ya puedes ser alto por los dos.— jugué con los botones de su camisa desabotonada.

— Lo bueno de esto es que puedo besarte cada vez que tenga ganas de hacerlo.— dijo recorriendo mi piel con las yemas de sus dedos, haciendo un pequeño camino, desde mis caderas, hasta mi cuello.

— ¿Y cada cuánto sería eso?— provoque.

— Cada maldito segundo.— se relamio los labios.

— Sigo esperando ese beso.

Jughead sonrió y llevando sus manos a mi nuca, me pego a él. Comenzó a mover sus labios sobre los míos. La explosión de sensaciones siempre era distinta, pero todos se dirigían hacia un mismo sentimiento, sentimiento que me aterraba. Aunque en estos momentos, yo sólo podía pensar en lo mucho que disfrutaba estar con él y sentir todo esto que él me brindaba.

El "pequeño" beso subía cada vez más de dureza. Su manera de besar era dolorosamente placentera, de nuevo, como cada vez, me envolvia en su propia burbuja de emociones, de sensaciones, sus dedos fríos recorriendo mi piel, tirando el pequeño pedazo de tela que se interponía ante el contacto más íntimo de nuestros cuerpos.

Magia, era lo único con lo que podía describir este momento.

Pero tenia que acabar.

— Jughead espera.— reí mientras el me llenaba de besos.

— No puedo.— hacia pausa para más besos.— dejar de.— había podido alejarme un poco pero me estiró de nuevo.— besarte.

— Jughead tengo que ir a casa, también tengo que ir a Pop's, y...— un silencio se formó y él finalmente se detuvo, me senté de rodillas a su lado.— Hoy tienes que ir a cenar a casa de Betty.— suspiró fuertemente y se sentó.

— No puedo ir sin ti.— aguanté mi sonrisa mordiendo mi mejilla.

— Jughead, ellos aun no saben nada.

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